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Reportaje:ESCÁNDALOS EMPRESARIALES EN EUROPA

De la 'tangentópolis', las estafas y otros casos

Empresarios y financieros se enfrentan en toda Europa a una cadena de procesos judiciales

Como en una mala película fue el mayordomo el que encontró el cuerpo agonizante en la habitación. Raúl Gardini, un personaje que con su desenfado para los negocios (grupo Ferruzzi) y su vida de lujo se había convertido en un símbolo del rutilante éxito social y económico de los años ochenta, decidía el 23 de julio del año pasado pegarse un tiro en su palacio milanés. Su suicidio marcó el momento, más dramático de las investigaciones sobre corrupción asociada a la política que, a lo largo de los últimos dos años, han sacudido a la flor y nata, del empresariado de Italia. Pero no solo ha sido allí donde los grandes hombres de empresas se han enfrentado a la Justicia. Por una u otra razón -pagos a partidos políticos, presuntos delitos fiscales o, simplemente, estafas- algunos dueños de emporios o gestores de reconocidas multinacionales han tenido que dar más de una explicación a sus señorías.

ITALIA

Los procesos en Italia contra empresarios son tan numerosos como los que afectan a los políticos. Y en el caso que allí les ocupa, la Tangentópolis, es lógico, pues no hay causa en la que, junto al que cobra la comisión ilegal, no aparezca el que la paga. Todos los grandes empresarios se han sentado en el banquillo.Los primeros fueron los de la construcción, el sector en el que resulta más pública y extendida la práctica de la mordida. Ligresti, Lodigiani, Caltagirone, todos los grandes apellidos del sector han quedado inscritos en los registros de las cárceles. Cogerfar-Empresit, la constructora de Fiat, fue también la primera empresa que puso en apuros al mayor grupo privado de Italia, dando pie a una serie de detenciones que pronto llegaron hasta el número tres del grupo, Francesco Mattioli. Giovanni Agnelli nunca ha sido molestado por la justicia. Su consejero delegado, Cesare Romiti, se ha enfrentado, en cambio, voluntariamente con los jueces en varias ocasiones. Luego, vino el turno del ingeniere Carlo De Benedetti, presidente de Olivetti, al que su confesión espontánea ante los jueces de Milán no le salvó de ser arrestado durante 24 horas.

A veces, no sólo sufre la imagen, también los bolsillos. La familia Ferruzzi ha hecho crack. El grupo Ferruzzi-Montedison se mantiene bajo la gestión de los bancos que le permitieron acumular una ingente deuda de más de dos billones y medio de pesetas. Ya no pertenece a la familia Ferruzzi, que no sólo ha llegado a subastar bienes personales, sino que se enfrenta a procesos, en los que viene descrita como una asociación de delincuentes. Giuseppe Garofano, un alto ejecutivo fiel al Opus Dei y a esta familia, y Carlo Sama, marido de Alessandra Ferruzzi y administrador del grupo familiar tras la salida de Gardini, son los principales acusados por la parte empresarial en los juicios que se celebran en Italia.

Las investigaciones han llegado hasta donde nadie pensaba: el hasta hace poco intocable mundo de la banca. Y la crisis de Ferruzzi ha sido también decisiva. Un vicepresidente de un gran banco ha sido procesado porque cobró de Gardini una comisión ilegal. Y por presunta ocultación de información sobre Ferruzzi, fueron registradas recientemente las oficinas centrales de Mediobanca, el gran templo de las finanzas privadas.

El fenómeno está tan extendido, que un interrogatorio más o menos, incluso una detención, ya no son suficientes para destruir una carrera empresarial en Italia.

FRANCIA

En Francia, sin embargo, estos días cunde la polémica. Alcatel Alsthom, número uno mundial de las telecomunicaciones, fabricante del TGV, florón de la industria francesa, tiene procesados a su presidente, Pierre Suard, los directivos de una filial y una decena de cuadros medios: falsificación, abuso de bienes sociales, estafa y corrupción figuran entre las distintas acusaciones. El grupo Schneider, uno de los grandes de la electrónica francesa, tiene a su presidente procesado en Bélgica por supuesta estafa a los accionistas. Générale des Eaux y Lyonnaise des Eaux, los dos gigantes del sector servicios, aparecen en varios sumarios judiciales sobre financiación ilegal de partidos políticos. Y estos son sólo los ejemplos más destacados.El mundillo empresarial francés, tan elitista, y orgulloso siempre, se ha visto de pronto ante los tribunales, Y el público se pregunta qué ocurre. ¿Un Tangentópolis a la francesa? Eso es lo que han sugerido últimamente dos periódicos financieros anglosajones tan prestigiosos como The Wall Street Journal y el Financial Times. "Esta interesante tesis sólo tiene un defecto: el de ser contraria a la realidad",. responde desde el diario parisino Libération él analista Alain Duhamel. Ocurre, según Duhamel, que los magistrados son más duros, que la policía muestra mas celo, que el ambiente es más propicio y que las leyes son más' estrictas" que antes. Y que "el liberalismo a ultranza" de los años 80 ha tenido "un efecto corruptor permanente y profundo en el conjunto de las sociedades occidentales".

El caudaloso circuito de dinero negro generado por negocios internacionales como la droga, el juego o el armamento, el florecimiento de los paraísos fiscales y de grandes zonas oscuras en las economías latinoamericanas y de Europa del Este, y la globalización de las finanzas son otras razones del fenómeno, expuestas por comentaristas financieros.

No es exactamente ésa la opinión general de los empresarios, que, con el apoyo de numerosos políticos conservadores y algunos socialistas, han criticado esta semana el "afán de notoriedad" y la "frivolidad" de "ciertos pequeños jueces", que con su supuesta irresponsabilidad "dañan gravemente ' a la industria francesa". La Unión Sindical de Jueces ha respondido a las críticas, afirmando que las protestas "son reveladoras sobre la actitud del mundillo político-económico-financiero, que durante mucho tiempo se ha creído al margen de todo control".

ESPAÑA

Fuera de control estuvo, hace ya años, en España la Banca Garriga Nogués, origen de los escándalos financieros de Javier de la Rosa, primero que utilizó y puso de moda en este país la llamada ingeniería financiera. La gestión de De la Rosa, al que se le estima un patrimonio en el extranjero superior a los 20.000 millones de pesetas, se ha llevado por delante, además de a la Garriga Nogués (pérdidas de más de 100. 000 millones de pesetas), a Torras (hoy en suspensión de pagos después de ser el buque insignia de KIO, la agencia kuwaití que dejó en sus manos la gestión de medio billón de pesetas) y a Grand Tibidado, donde 9.000 pequeños accionistas han perdido gran parte de sus ahorros.De la Rosa se enfrenta a una querella presentada por KIO ante la Audiencia Nacional en la que reclama 100.000 millones de pesetas; a una demanda en Londres, por 540 millones de dólares (72.000 millones de pesetas) y a una demanda en Suiza para levantar el secreto sobre las cuentas bancarias atribuidas al financiero. Le investiga la fiscalía de Cataluña y Hacienda le reclama 200 millones de pesetas. Pero todo está en trámite. El financiero no está procesado, aunque ha tenido que ir a declarar ante un polémico juez, Miguel Moreiras.

A este magistrado se le acumula el trabajo en el juzgado de delitos monetarios. El ha llevado a los primeros indicalistas y políticos a los juzgados (Nicolás Redondo, ex secretario general de UGT, Sebastián Reyna, de la ejecutiva del sindicato, y Paulino Barrabés ex secretario de finanzas de UGT y miembro del PSOE). Barrabés estos días comparte prisión en Madrid con Carlos Sotos, ex gerente de IGS-PSV, el proyecto de empresas de UGT.

Moreiras también ha puesto en apuros a los banqueros. Por la Audiencia ha pasado el presidente del Banco Santander, Emilio Botín, quien tras declarar sobre un caso de cesión de créditos quedo libre sin cargos, y Mario Conde, ex presidente de Banesto, por un asunto referente a facturas falsas. Conde, cuyos "artificios contables" como los calificó el gobernador del Banco de España, Luis Ángel Rojo, provocaron un desfase patrimonial en el banco de más de 600.000 millones de pesetas, se enfrenta, al margen del expediente del Banco de España, a la acción social de responsabilidad presentada por la junta de accionistas.

Otros banqueros también han ido a declarar ante un juez, Marino Barbero, en relación a una supuesta financiación ilegal al PSOE en el caso Filesa. Son Alfonso Escámez (Central. -Hispano), Emilio Ybarra (BBV) y José Ángel Sánchez-Asiain (BBV). Barbero ha citado hasta 43 directivos de empresas.

Además de los citados Sotos y Barrabés, aún en Carabanchel, ha habido quien ha pasado por la cárcel. Bertrán de Caralt, uno de los más destacados empresarios catalanes, está condenado a seis años en una sentencia recurrida ante el Supremo, y pasó en la cárcel Modelo de Barcelona tres semanas por fraude fiscal y utilización de documentos de identidad falsos. Y hace bien poco, Mariano Rubio, ex gobernador del Banco de España, ha pasado dos semanas en prisión. Rubio, en libertad bajo fianza de 15 millones, se enfrenta a un presunto delito fiscal y su antiguo amigo Manuel de la Concha, ex síndico de la Bolsa de Madrid, en libertad bajo fianza de 50 millones de pesetas tras pasar 57 días encarcelado, se enfrenta a los cargos de presunta falsedad documental y cooperador necesario en el delito fiscal imputado a Rubio. Los socios de De la Concha en el conglomerado que formó Ibercorp, Jaime Soto y Benito Tamayo, también han declarado en el juzgado como inculpados.

Jordi Planasdemunt, persona relacionada con las finanzas -fue secretario de la Bolsa de Barcelona- pero también con la política -fue consejero de Economía de la Generalitat catalana- está siendo juzgado en Barcelona por presunto delito de falsedad y estafa de entre 1.000 y 3.000 millones de pesetas por pagarés falsos emitidos por la empresa BFP, de la que era socio.

ALEMANIA

Negocios y política también se mezclan a veces en Alemania. Durante los últimos tiempos en ese país se han vivido también todas las variantes imaginables de escándalos financieros: desde los grandes delitos de evasión fiscal, hasta negocios bursátiles con información privilegiada o el caso del empresario de la construcción Jürgen Schneider, del que no se tienen noticias tras su fuga la pasada Semana Santa, cuando dejó con las posaderas al aire al Deutsche Bank, el banco más ilustre de Alemania.En millones de marcos se estima la deuda fiscal del Doctor Zwick, el rey de los balnearios, quien, gracias a sus amigos en la Unión Socialcristiana (CSU) de Baviera, consiguió no pagar nunca al fisco y huir. Y un es cándalo todavía caliente afecta al consorcio Mannesmann y a su máximo ejecutivo Werner Dieter. Fue Der Spiegel quien sacó a relucir la historia con una portada titulada El caso Mannesmann: autoservicio en la planta de dirección. Acusa el semanario a Dieter de servirse de hombres de paja para haber concedido contratos de miles de millones de marcos a empresas vinculadas a él: "el consejo de administración parecía no tener ni idea y los empleados no se atrevían a denunciar los oscuros negocios de su jefe".

Esta información ha sido elaborada por con crónicas de Manel Pérez Peru Egurbide Enric González (París) y José Comas (Bonn).

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