_
_
_
_
_

La natalidad sigue bajando en Madrid

La pirámide se vuelve del revés: la población madrileña tiene cada vez menos niños y más ancianos. La natalidad en la región lleva 15 años bajando. En 1975, cada mujer tenía en tomo a los tres hijos (2,9); ahora, la media es apenas superior a uno (1,3), pese a que se han duplicado los hijos de las parejas no casadas. La incertidumbre económica, los problemas de vivienda y los cambios sociales provocan el recorte de las maternidades. El Gobierno regional, a cuyo frente está el demógrafo Joaquín Leguina, no es partidario de poner en marcha medidas que incentiven la natalidad.

María García no entiende mucho de estadísticas, pero ve muy claro lo que pasa. Esta madrileña de 74 años se casó con 17 primaveras, en plena guerra civil, y tuvo siete embarazos. Una gesta que no se repitió en las familias de sus tres hijos vivos. Uno le ha dado cuatro nietos; otro, tres, y el último, una pareja. De los nueve nietos, tres se han casado, y sólo dos tienen descendencia. María tiene tres bisnietos. en total. Y lo entiende. "Los hijos hay que poderlos criar, y hay que tener los que se puedan soportar", sostiene. Y eso que ella, viuda desde muy joven, tuvo que sacar adelante a sus chicos con muchísimas fregaduras: "Me pasaba el día General Mola arriba y abajo, asistiendo en las casas".

"Sin un sueldo fijo, es una burrada tener hijos", sentencia esta mujer que, como se dice analfabeta, nunca imaginó que una opinión suya coincidiera con los diagnósticos de los demógrafos. Para el presidente regional, Joaquín Leguina, las malas expectativas de empleo determinan la "espectacular" caída de la natalidad. Y basa su afirmación en que en las encuestas hay un fuerte sector que dice desear más hijos de los que realmente tiene.

El director del Instituto de Demografía (del Consejo Superior de Investigaciones Científicas), Juan Antonio Fernández Cordón, lo explica así: "Hay un fuerte deseo de maternidad no realizado por obstáculos fundamentalmente económicos, entre los que figura la falta de espacio o de adecuación de la vivienda. A ello se une la dificultad para compatibilizar hijos y trabajo fuera de casa que a menudo tienen las mujeres".

La parejita, como mucho

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Al final se impone la parejita, como mucho. Y quien desmiente la estadística sufre los efectos. "Cuando digo que tengo cuatro hijos me preguntan que si soy del Opus De¡", señala Isabel, una universitaria de 36 años que logra hacer compatible el trabajo y la familia numerosa, aunque tenga que hacer números para el fin de mes.

No es sólo Madrid. El descenso de la natalidad es generalizado en toda España. "La población envejece muy rápidamente y eso es un problema indudable a medio plazo", afirma Leguina. A pesar de todo, la Comunidad, con una media de natalidad similar a la nacional (1,3), ocupa un lugar discreto en la comparación regional: el farolillo rojo es para el País Vasco, donde las mujeres tocan a 0,9 niños. El primer lugar es para Murcia (1,7) y Andalucía (1,6).

Son más altos, pero más escasos. Los niños madrileños han ganado en estatura (miden cuatro centímetros más que en 1985), pero no en presencia. Por eso cada año el Ministerio de Educación cierra aulas. (115 menos para el próximo curso), aunque tiene que abrir otras nuevas en la periferia, que gana habitantes -sobre todo jóvenes- a costa de la capital.

A Madrid le han llegado las vacas flacas después de muchas gordas: en este siglo, su población se ha multiplicado por más de seis, mientras la española sólo se duplicó. El mayor auge llegó de la mano del desarrollo económico, entre 1950 y 1975. La Comunidad sigue creciendo moderadamente (cinco millones de habitantes) y Madrid capital bordea los tres millones (200.000 menos que en 1985).

El descenso de la fecundidad obedece tanto a la disminución de la cifra de matrimonios como al menor número de hijos que tienen las parejas. Además, sé retrasa la edad en la que las mujeres contraen. matrimonio: se incrementan los desposorios por encima de los 25 años.

Por otra parte, ha aumentado notablemente el número de niños nacidos fuera de una pareja con el vínculo legalizado. En 1981 eran el 5,2%, y diez años después, el 11 %.

Las familias van cambiando. Aumentan los hogares unipersonales y aquellos con una sola cabeza, así como las familias reconstituidas, formadas por miembros de una- o dos familias rotas por divorcio.

Subsidios, no

La situación de la natalidad es preocupante, según Fernández Cordón. Por eso es un "acérrimo defensor" de que los poderes públicos incentiven la natalidad con medidas como exenciones fiscales a los progenitores. Cree que así se evitaría el riesgo del crecimiento cero, aún lejano gracias al baby boom de los años sesenta.

En cambio, Leguina no es partidario de poner en marcha medidas natalistas, tal como le llegó a pedir el Partido Popular. Además de no tener dinero para ellas, cree que nadie tiene un hijo porque le den un subsidio.

En el Gobierno regional también hay quien recuerda que esas medidas son competencia del Estado. "La inmigración, si se integra, puede ser una solución para reequilibrar la demografía", apunta el presidente de la Comunidad.

Fernández Cordón encuentra la panacea en los hombres. "Si ellos se hacen más corresponsables, habrá más niños". "La baja natalidad es un síntoma de que algo no funciona en la sociedad: no hemos hecho el ajuste necesario de la incorporación de la mujer a la vida social y laboral", sostiene.

Sobran pupitres, sobre todo en el centro de Madrid, pero faltan residencias de ancianos. "Tenemos un atasco importante", reconoce la consejera de Integración Social, Elena Vázquez. En 1971, ocho de cada 100 madrileños tenían más de 65 años. ' Veinte años después, el porcentaje era del 11,9. Y para el año 2006 se espera que 840.000 madrileños hayan superado esa edad.

Vázquez pretende lograr, con la ayuda de la iniciativa privada, la construcción de tres residencias cada año (3.600 plazas) hasta el 2001. Ahora hay 15.000 plazas, de las que un poco más de la mitad (8.000) son privadas.

Nacen menos madrileños, pero viven más. La esperanza de vida al nacer creció en más de un año durante la década pasada: ahora es de 73,9 años para los varones y de 81,4 para las mujeres. De Madrid al cielo, tardando un poco más... y con la pensión en vilo.

Ciudad: viejos y ricos

"La demografía se mueve al ritmo del ciclo económico, y nosotros lo notamos en la demanda de préstamos para viviendas", afirma el presidente del Banco Hipotecario, Julio Rodríguez. "Sin empleo no se forma un hogar ni se tienen hijos", añade. Y tampoco se paga un piso. Los expertos coinciden en señalar que el mercado inmobiliario es uno de los reguladores de los movimientos de población.Desde su atalaya, Rodríguez observa que una casa de 75 metros cuadrados en la región cuesta en torno a los 15 millones de pesetas, cuatro más que la media española.

La carestía hace que las familias con un solo ingreso tengan que dedicar entre el 55% y el 60% del sueldo a pagar el piso, mientras que en el resto de España los ciudadanos destinan la mitad de su salario.

Los precios en la capital son un 50% superiores a los de la media de las capitales de provincia. "No descarto que tuviera razón Juan Barranco cuando afirmó que la ciudad se convierte en un lugar para viejos y para ricos", dice Rodríguez. Los pisos son cada vez más caros... y más pequeños. "Esto también juega en contra de la demografía".

Los altos costes también provocan movimientos de población hacia la periferia. Desde finales de los años setenta, Madrid, que ya ha bajado el listón de los tres millones de almas, cede habitantes a los municipios próximos. El cinturón ha multiplicado por más de 10 su población. En esa década, las zonas sur y este son las que ganaron más habitantes, en general de bajo nivel económico. En los' años ochenta, el auge fue para el norte y el oeste, zonas residenciales.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_