España perdió, Cibeles se 'salvó'
La fiesta y el gozo en el pozo, pero no en las fuentes. La derrota de la selección española de fútbol sólo dejó ayer desolación en los surtidores de Cibeles, Neptuno y Atocha. Esta vez todo estaba preparado pero no hubo oportunidad para el júbilo ni la celebración
En la manca y acorazada Cibeles (víctima de la pasada euforia triunfadora ante Suiza) se habían montado numerosos puestos con bufandas y banderas nacionales. "Si hubiéramos ganado, fácil nos habríamos sacado 20.000 o 30.000 pesetas vendiendo estos artículos", explicaba uno de los vendedores ambulantes.
Pero no hubo negocio, ni sombra de él. A unos 10 metros, un matrimonio joven que había montado un tenderete de bebidas, murmuraba: "Después de instalar esto y traer tanto hielo para los botes, nada de nada".
Asimismo, los agentes de la Policía Nacional y Municipal, que estaban presentes en Cibeles, Neptuno y Atocha, se limitaron a ser un simple adorno durante toda la tarde. A las nueve de la noche sólo una veintena de aficionados se aproximó a Cibeles portando banderas y cantando. A pesar del mal resultado, Javier, un devoto del Atlético de 28 años, gritaba: "España, España, mierda para Italia".
Otro joven, del Real Madrid que iba con la cara pintada con los colores rojo y amarillo, ahogaba sus penas de la siguiente manera: "Ha sido una putada. No nos merecemos esto, pero la culpa ya sabemos de quien es, de Clemente, que ha sido poco inteligente. Mucho defensa y nada de nada". A su lado, otro joven le interrumpía: "Ahora ya no se puede hacer nada, pero por lo menos hay que dar la cara y estar aquí, para lo malo y para lo bueno". Sin embargo, los coches que atravesaban Cibeles no acompañaban como en otras ocasiones con su claxon a este reducidísimo grupo.
La diosa también salvó el oído.