La comisión investigadora considera probado que Rubio se enriqueció irregularmente

La comisión Rubio se marchó ayer de vacaciones hasta el 6 de septiembre convencida de que Marilano Rubio, ex gobernador del Banco de España, mintió al Parlamento y se enriqueció irregularmente. El testimonio, el jueves y el viernes, de Manuel de la Concha, ex síndico de la Bolsa de Madrid, ha sido clave, según los diputados, para resolver las dudas que había sobre el patrimonio de Rubio y el posible uso por su parte de información privilegiada. Los miembros de la comisión consideran probado que Rubio participó en la creación del grupo Ibercorp ocultándolo a Hacienda y a la opinión pública. Las discrepancias surgen sobre si hubo o no tráfico de influencias durante su mandato.

Para el presidente de la cornisión, el peneuvista Jon Zabalía, está claro el incremento irregular del patrimonio de Rubio, así como su trascendencia fiscal. En 1986 ocultó a Hacienda 135 millones de pesetas obtenidos por su participación en la compra y posterior salida a Bolsa de la sociedad Sistemas AF. Zabalía precisó que, si bien "estas operaciones de compraventa pueden ser legales, otra cosa es que los rendimientos obtenidos se declaren o no". Luego, hizo hincapié en que, en todo caso, no es ético que "eso lo hiciera el gobernador del Banco de España".Zabalía no fue más allá alegando que, mientras las responsabilidades públicas de Rubio han quedado claras por estas actuaciones, "no se puede demostrar de forma tan clara ni el posible tráfico de influencias ni la información privilegiada".

De la Concha reveló que Rubio le confesó en la cárcel, en la que compartieron celda, que era propietario del 40,75% de Scipio, adquirida en 1985 de forma irregular por la mujer del ya fallecido Juan Antonio Ruiz de Alda, entonces subgobernador del Banco. A través de esta firma, Rubio participó en la compra al Banco Urquijo de Sistemas AF, transformada después en Sistemas Financieros, y en Ibercorp. La operación de Sistemas AF generó unas plusvalías superiores a los 1.600 millones, de los que 135 habrían correspondido a Rubio, que los ocultó a Hacienda.

En declaraciones a Radio Nacional, Rubio negó ayer su participación en Scipio. "Fue don Manuel de la Concha el que vendió Scipio a doña Pilar Moreno, señora de Ruiz de Alda, habiéndola comprado él previamente al Fondo de Garantía".

Jordi Casas, diputado de CiU, apuntó que, "posiblemente, la comisión se haya centrado demasiado en las cosas que han ocurrido con Ibercorp cuando lo que habría que estudiar es el entorno de Rubio considerando a Ibercorp como un hecho accidental". Para Casas, lo importante es el entramado familiar y de sociedades interpuestas creadas por familiares de Rubio en que se concentra parte de las plusvalías obtenidas por operaciones como las de Sistemas AF. En su opinión, la clave no está en Ibercorp, sino en Schaff, cuyos titulares se esconden tras dos empresas panameñas.

En septiembre, cuando se reanude la actividad, declararán en la comisión Jaime Soto y Benito Tamayo, ex máximos responsables de Ibercorp junto con De la Concha, que ya confirmó la participación directa e indirecta de Rubio en el grupo; Carlos Pittaluga, primo del ex gobernador; Ángel Madroñero, di-rector general del Banco; Aníbal Sánchez, vicepresidente de la Comisión de Valores, y Francisco Ruiz-Jarabo, ex secretario general del Fondo.

El PP e IU pretendían que lo hicieran Luis Angel Rojo, actual gobernador del Banco, y Carlos Solchaga, ex ministro de Economía, pero se opusieron el PSOE, CiU y PNV. Tampoco declararán Claudio Boada, ex presidente del Banco Hispano; Mario Conde y Miguel Boyer.