_
_
_
_
_

De la Concha revela que la fortuna de Rubio tiene su origen en la sociedad Scipio

La declaración de Manuel de la Concha, ex síndico de la Bolsa de Madrid, cambió ayer el semblante de los miembros de la comisión Rubio. En contraste con la actitud del ex gobernador del Banco de España Mariano Rubio, que se negó a contestar en el Parlamento cualquier pregunta relacionada con el sumario que le instruye el juez por delito fiscal, De la Concha fue un libro abierto. "Su declaración es transparente, muy clarificadora y la más determinante de las que se han producido", señaló el diputado Frances Homs, de CiU. Según de la Concha, Rubio participó, en 1985, en la compra irregular de la sociedad Scipio al Fondo de Garantía de Depósitos. Ese seria el origen de su enriquecimiento en Sistemas AF.

De la Concha, que proseguirá hoy su declaración, desveló que Rubio le confesó en la cárcel, en la que compartieron celda, que era propietario del 40,75% de la sociedad Scipio, adquirida en 1985 de forma irregular por la mujer del ya fallecido Juan Antonio Ruiz de Alda, entonces subgobernador del Banco de España. A través de Scipio, Rubio participó en la compra al Banco Urquijo de Sistemas AF, después transformada en Sistemas Financieros.El ex síndico -en libertad provisional bajo fianza de 50 millones tras pasar 57 días en prisión- realizó una exposición inicial de aproximadamente una hora, y a continuación, los miembros de la comisión le bombardearon a preguntas. Contestó a todas. De lo que se ha filtrado, las respuestas han parecido sinceras a la mayoría de los diputados; algunos opinan incluso que servirán para cuadrar las zonas oscuras que quedaban. Si esto se confirmase, el trabajo previo de la comisión podría estar casi acabado.

Rubio, también en libertad provisional tras pagar 15 millones de fianza, es investigado por el Parlamento ante la sospecha de que se enriqueció ilegalmente e hizo mal uso de la información privilegiada de que disponía en el Banco de España, en el que permaneció como gobernador entre julio de 1984 y julio de 1992. El tráfico de influencias en el que se teme que incurrió habría favorecido a De la Concha y otros socios agrupados finalmente en torno al banco Ibercorp.

"De la Concha ha explicado el origen del dinero", dijo un diputado refiriéndose al que Mariano Rubio ocultó a Hacienda. El compareciente negó, como había hecho ya ante el juez, haber cometido delito alguno y, en todo caso, aceptó como mucho que pudo haber incurrido en "errores de gestión". Según fuentes de la comisión, De la Concha demostró que Rubio utilizó Scipio para ocultar su participación inicial en Traya, con la que, a su vez, participó luego en la compra y posterior salida a Bolsa de Sistemas AF, a finales de 1986. Esta última operación generó unas plusvalías superiores a los 1.600 millones de pesetas, de los que 135 habrían correspondido a Rubio, que los ocultó a Hacienda.

Rubio y Alda, el 20%

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Según lo revelado ayer, en la compra de Sistemas AF participó inicialmente sólo la empresa Traya, en la que el capital se repartía entre Jaime Soto (50%), De la Concha (30%) y Ruiz de Alda y Mariano Rubio (ambos con el 20% restante).Para la salida a Bolsa, Traya colocó a Urbiplaner un tercio de las acciones de Sistemas AF, otro tercio fue vendido al broker inglés Singer and Fried Lander, y el tercio restante se lo quedó Traya. Urbiplaner, según la Agencia Tributaría, habría sido la tapadera para obtener, con la venta de las acciones, los fondos suficientes para devolver el crédito concedido por el Banco Urquijo para financiar la compra de Sistemas AF. En Urbiplaner, según De la Concha, estarían los mismos accionistas que en Traya.

Formalmente, Scipio -origen de todo el entramado- fue adquirida, en 1985, por la esposa de Ruiz de Alda. La sociedad era propiedad del Fondo de Garantía de Depósitos, cuyo presidente era el propio Ruiz de Alda. La operación, aprobada directamente por éste, no fue ratificada por la comisión gestora del Fondo, a pesar de ser obligatorio, ya que el expediente no fue llevado a ninguna de las reuniones, según declaró ayer Francisco Ruiz-Jarabo, secretario general del Fondo en aquellas fechas.

"Como está acabado, está diciendo la verdad", sentenció un diputado al pronunciarse sobre la veracidad de las afirmaciones de De la Concha.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_