Un Calderón de Marsillach abre el Festival de Teatro Clásico de Almagro
Un estreno de Adolfo Marsillach, dos exposiciones de exquisita temática y presentación, un espectáculo de investigación sobre las tradiciones teatrales en La Cerdeña, una edición crítica de Andrómeda y Perseo y un montaje de una casi ignorada obra de Guillén de Castro y otro de Gil Vicente, así como las tradicionales jornadas literarias para expertos constituyen el primer bloque de actividades del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, inaugurado anoche con el estreno de El médico de su honra, de Calderón de la Barca.
Esta abrumadora oferta, junto con otros eventos que se desarrollarán de aquí a la clausura de la muestra el próximo 30 de julio, componen la XVII edición del festival de Almagro, que fue precedida ayer por una fiesta parateatral, celebrada por el grupo Visitants y su espectáculo Hambre de fuego. Al color, la traca y la pólvora, se le añadieron algunos toques de sospechoso gusto y pretendido populismo, obra del propio director del festival, Juan Pedro de Aguilar, con la pretensión de que la población de Almagro no viva de espaldas a su festival.El estreno de El médico de su honra, espectáculo dirigido por Marsillach con su compañía nacional de teatro clásico y el escenógrafo y figurinista Carlos Cytrynowski, abrió anoche el festival. Se da la circunstancia de que este montaje es el mismo, pero con distinto reparto, que el que pusiera en escena por primera vez Marsillach cuando se creó esta, compañía hace ocho años. El bellísimo drama calderoniano, que inexplicablemente apenas es conocido, inauguró también un nuevo espacio escénico con el que cuenta, a partir de ahora, esta localidad de Ciudad Real: el teatro hospital de San Juan de Dios.
El montaje cuenta con Carlos Hipólito, Adriana Ozores y Héctor Colomé, a la cabeza del reparto de esta obra que, según Marsillach, cierra una etapa de la compañía: "Cuando decimos que a partir de ahora vamos a alternar o compaginar nuestros clásicos con obras de otras épocas o países, algunos nos avisan y previenen para que no nos carguemos el estilo que hemos conseguido... Me hace gracia recordar cómo nos atacaron cuando iniciamos nuestra andadura con este mismo montaje por no tener estilo, cuando estaba claro que lo que queríamos era buscarlo y encontrarlo; una vez que lo tenemos es lógico que abramos más puertas", afirma un Marsillach orgulloso de que su compañía nunca se haya salido del presupuesto establecido anualmente.
Decepción
El director y actor, así como varios responsables de política teatral que estos días deambulan por Almagro, se mostraron bastante preocupados por una encuesta de reciente aparición que afirma que más del 80% de la población española no ha ido nunca al teatro: "Es bastante decepcionante", afirmó Marsillach.También se presentó ayer Andrómeda y Perseo, de Calderón de la Barca, considerado el primer texto de dirección escénica, publicado por el Centro de Documentación Teatral en conmemoración del 40º aniversario del redescubrimiento del Corral de las Comedias de Almagro.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.