Estados Unidos, Rusia y la Unión Europea adoptan un plan de paz sobre Bosnia calificado de "ultimátum pacífico"
Los ministros de Asuntos Exteriores del denominado grupo de contacto -Estados Unidos, Rusia y por la Unión Europea Alemania, Francia, Gran Bretaña y Grecia- acordaron ayer en Ginebra un plan de paz en el que se recoge la nueva división territorial de Bosnia-Herzegovina y que fue presentado por el jefe de la diplomacia rusa, Andrei Kózirev, como un "ultimátum pacífico".El texto establece una serie de medidas constitucionales que guiarán las relaciones de croatas y musulmanes con los serbios, así como la ayuda para que los refugiados y desplazados puedan volver a sus lugares de origien. Su contenido exacto será desvelado hoy a las partes.
Para el Gobierno bosnio, la aceptación del plan se traduciría por una serie de ayudas a la reconstrucción. Para los serbios, por el levantamiento de las sanciones. De lo contrario, éstas se agudizarían y la supresión del embargo de armas impuesto a los musulmanes bosnios sería "inevitable".
Las tres partes tienen dos semanas de plazo para dar una respuesta. Hasta entonces, como admitió el enviado especial ruso Vitali Churkin, podrán sugerir alguna modificación al nuevo mapa, que constituye el tema más conflictivo, especialmente para los serbios, reticentes a devolver casi un tercio del territorio conquistado por las armas en dos años de guerra.
El secretario de Estado norteamericano, Warren Christopher, destacó que esta última propuesta, que recoge prácticamente los puntos principales del plan presentado por la UE el pasado mes de noviembre, "proporciona una razonable y viable cantidad de territorio" para las tres comunidades de Bosnia-Herzegovina. "Sería un error de proporciones históricas rechazarla", subrayó.
Según fuentes de la Organización de la Conferencia Islámica (OIC) reunida en Ginebra para elaborar un mensaje conjunto que será entregado a los líderes presentes en la cumbre del Grupo de los Siete la próxima semana en Nápoles, el presidente de Bosnia, Alia Izetbegovic, no va a dar "un no radical" a este plan que propone otorgar a la federación croata-musulmana el 51% del territorio y el 49% restante a los serbios. La federación reclama el 58%, que es á territorio habitado por croatas y musulmanes según el censo de 1991, antes de que los serbios iniciaran su política de limpieza étnica.
El propio Izetbegovic, sin embargo, ha destacado que la situación militar actual de la Armija bosnia es mucho mejor que la que existía hace un año. A ello han contribuido el abastecimiento de armas en el exterior "a pesar del embargo impuesto por la comunidad internacional", lo que interpreta como un "derecho moral", la producción interna de armamento y los pertrechos arrebatados al enemigo.
Mientras tanto y tras numerosos contratiempos, el líder de los serbios de Bosnia, Radován Karadzic, llegó en la tarde de ayer a Ginebra en un avión de las fuerzas de la ONU en la ex Yugoslavia, ya que el presidente serbio, Slobodan Milosevic, no le facilitó el transporte. Según fuentes de Belgrado, Milosevic sufre presiones de los estadounidenses para que acepte el plan del grupo de contacto, para lo que tendría que deshacerse de su delfín de Bosnia.
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