El mundo desarrollado se enfrenta a una plaga de alergias por alimentos y objetos comunes
Clausurada en Estocolmo, la mayor cumbre mundial de alergólogos
Alergia no es solo estornudar en primavera. Más que un trastorno temporal, es una enfermedad que recluta cada vez más afectados en Occidente, sin que los científicos sepan el porqué. Elementos cotidianos como la leche, los huevos, el pescado, los cacahuetes, los gatos o el polvo se convierten para algunas personas en enemigos tan potentes como los virus, provocando incluso la muerte. El diagnóstico y las vacunas son los dos grandes frentes de los especialistas reunidos, en Estocolmo, la pasada semana, en la mayor cumbre mundial de Alergología celebrada hasta el momento.
Parece leve, pero ser alérgico al pescado puede convertirse en una verdadera pesadilla, ya que no basta para evitar sus consecuencias, alejar este producto de la dieta. Muchos otros alimentos están elaborados con gelatinas de pescado que se usan hasta para clarificar el vino. Un descuido, y la dificultad respiratoria, el eczema o una grave reacción anafiláctica consecuencia de la alergia asaltan al afectado.Lo mismo puede ocurrir con la hipersensibilidad a los gatos. Un conocido inmunólogo cenaba la pasada semana con sus colegas en Estocolmo cuando empezó a sentirse mal. "¿Alguien aquí tiene gatos?", preguntó. Y efectivamente, una comensal que tenía varios en casa acarreaba encima los alergenos. En los colegios esta capacidad viajera de los alergenos del gato consituye un verdadero problema para los escolares alérgicos.
Que las alergias aumentan y también el número de sustancias capaces de provocarlas es ya un hecho indiscutible para los más de 6.000 especialistas reunidos en XV Congreso Internacional Alergología e Inmunología Clínica. Cada día se descubre una sustancia nueva con poder alergénico. Para los españoles el kiwi es ahora un problema, como lo fueron en su día las pipas de girasol. Los estadounidenses pelean contra el cacahuete. Y todos los ciudadanos de países ricos contra los estragos del látex, producto con el que se elaboran desde los preservativos hasta los guantes quirúrgicos y muchos elementos utilizados en cirugía.
Un 20% de la población occidental padece alergia y otro 10% registra algún episodio esporádico a lo largo de su vida. En la población infantil el asma está íntimamente relacionada con la alergia. Ya se calcula que cuatro de cada cinco niños asmáticos son igualmente alérgicos. ¿Por qué este fenómeno creciente en los países occidentales?, se preguntan los expertos.
"No es alérgico el que quiere sino el que puede", explica el doctor Oehling, alergólogo, profesor de la Universidad de Navarra y nombrado durante el congreso presidente de la Sociedad Internacional de Alergia e Inmunología Clínica. "La herencia familiar juega un papel muy importante, como también los rasgos psicológicos. Los alérgicos suelen tener un alto coeficiente de inteligencia", indica.
La naturaleza responde
Una explicación lógica del incremento de las alergias, una patología que se describió por primera vez en 1906, es que ahora se diagnostican mejor. En las pruebas cutáneas se pueden testar unos 20 tipos de alergenos diferentes -desde pólenes hasta ácaros del polvo- y en laboratorio, mediante una prueba de sangre, hasta 500. Pero lo que sospechan los científicos es que el desarrollo y el cambio de hábitos tiene también mucho que ver con esta nueva plaga.Un viejo dicho que los alergólogos repitan es que "cuando el diablo está ocioso se come a sus hijos". En otras palabras, cuando el sistema inmunológico del ser humano ya no tiene que luchar contra las infecciones que han diezmado a la población durante siglos, se revuelve contra elementos domésticos a los que cierra la puerta como extraños. La justificación final es desconocida.
Los efectos reales de la contaminación ambiental en el desarrollo de las alergias es todavía un tema controvertido. De hecho, diferentes estudios presentados en el congreso muestran resultados contradictorios. Aunque si se ha podido demostrar que la naturaleza está respondiendo a las transformaciones efectuadas por el hombre para acomodarla a sus necesidades. As¡ los abedules que crecen a lo largo de las autopistas han reaccionado al estrés que les produce el nuevo entorno ruidoso secretando una proteína con poder alergénico para el hombre.
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