Dimiten el consejo y el director de la RAI bajo la presión de Berlusconi

El pleno del Consejo de Administración de la RAI, el ente público que rige la radiotelevisión italiana, dimitió ayer al estimar que "no subsisten condiciones" para proseguir su mandato -previsto para cuatro años más- "dada la evidente voluntad manifestada por el Gobierno de tener un nuevo consejo de su confianza". Con los administradores dimitió también el director general, Gianni Locatelli.Las renuncias se produjeron en un clima de tensión institucional y entre comentarios de que el presidente de la República, Óscar Luigi Scalfaro, había decidido no firmar el decreto, aprobado el pasado miércoles, por el que el Gobierno declaraba que los consejeros de la RAI cesarían en el caso de que el plan de reestructuración presentado por ellos no fuera del agrado del Ejecutivo.

La posterior renuncia del consejo alivió esas tensiones y dejó libre la vía para que Scalfaro pudiera dar el visto bueno a la medida, sin temor a que la oposición le hiciera cómplice de una maniobra calificada de inconstitucional por los partidos que no están en el Gobierno. El jefe del Estado logró, no obstante, durante una negociación que duró cinco horas, que el decreto fuera corregido en el sentido de que la facultad de cesar al Consejo de Administración de la RAI corresponda a los presidentes de la Cámara y el Senado, igual que la de nombrarlos.

Los antecedentes del conflicto se encuentran en el enfrentamiento entre una televisión estatal, sobre la que la oposición italiana sigue teniendo aún control, y un Gobierno presidido por Berlusconi, que es, a la vez, el dueño de tres de las cuatro cadenas de televisión nacional, privadas, existentes en Italia.

La oposición había barajado amenazas maximalistas en este enfrentamiento, como la de que el Gobierno permitiera la quiebra de la RAI, dejando prescribir el decreto que garantiza a la televisión estatal la cobertura pública de su déficit anual de unos 500.000 millones de liras (unos 45.000 millones de pesetas); o, alternativamente, que la sometiera a un control directo del Ejecutivo mediante el nombramiento de un comisario o encuadrándola estrictamente en el organigrama del IRI, primer grupo empresarial del Estado italiano.

Consejeros profesores

Pero el objetivo más inmediato del Gobierno consistía en cambiar el Consejo de Administración, y para eso le ha bastado con aprobar el decreto ya indicado. Prueba de la voluntad del Ejecutivo es que ya había anunciado que no aprobaría el plan de reestructuración presentado por el actual consejo, incluso antes de haberlo leído.El Consejo dimisionario de la RAI constaba de cinco miembros llamados "profesores", porque provenían principalmente de la vida académica y no de los aparatos de los partidos, y estaba presidido por Claudio Dematté, profesor de Economía en la universidad milanesa Bocconi.