González mantendrá su Gobierno tal como está
El presidente del Gobierno, Felipe González, no va a realizar cambios en su Gabinete y tiene serias dudas respecto a si se someterá o no en otoño a la cuestión de confianza. Ésta es la impresión que ayer sacó el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, después de dialogar con González en el palacio de la Moncloa durante dos horas y media. No hubo petición de apoyos por parte del presidente del Gobierno, sino tan sólo un trazo del cuadro general político.
Los peneuvistas están interesados en que la legislatura continúe hasta el final, ya que su temor, no expresado explícitamente, es que un periodo de inestabilidad del actual Gobierno lleve al PP a la mayoría absoluta. Los nacionalistas lo creen contrario a sus intereses. "No deseamos una situación turbia de la que surja una mayoría absoluta distinta".González y Arzalluz almorzaron juntos y, en mangas de camisa, hicieron un repaso de la crisis abierta en la Unión Europea (UE) por la falta de consenso para elegir al presidente de la Comisión. Coincidieron en la necesidad de que la legislatura continúe con normalidad para intentar resolver los problemas de España.
Arzalluz no se comprometió a apoyar al Gobierno socialista ni tampoco González se lo pidió expresamente. Los apoyos del PNV vendrán si se cuenta con ellos en la elaboración de los Presupuestos del Estado y si "se cumple la legalidad estatutaria", en palabras de Arzalluz.
El presidente del PNV rechaza de plano las interpretaciones de trueques o contrapartidas a cambio del apoyo al Gobierno. "Decimos que se cumpla la ley; se habla de transferencias al País Vasco como si fueran de tipo bancario. No, no pedimos dinero ni nada raro. Decimos que se aplique la ley". Así de expresivo fue Arzalluz tras despedirse de González.
En su línea habitual, no descarta nada pero tampoco se compromete. El PNV podría muy bien formar parte del Gobierno central, dijo Arzalluz como hipótesis, para inmediatamente aclarar que si los temas relacionados con la autonomía vasca no van bien, difícilmente puede pedirse que este partido tenga una relación de mayor "intimidad" con el PSOE.
Lo cierto es que con González no habló de cuestiones concretas y, mucho menos, de las transferencias pendientes, pero sí lo hizo, aunque tampoco de manera exhaustiva, en una conversación previa que mantuvo con el vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra.
Durante el mes de julio, los socialistas harán partícipes a los peneuvistas de la elaboración de las cuentas del Estado para 1995 y tendrán en cuenta sus sugerencias. Las elecciones vascas de octubre no fueron objeto de conversación entre ambos políticos, pero Arzalluz sí reconoció que, si contrajeran en breve algún compromiso con el Gobierno central, "el PP y otros lo tomarían como referente electoral". "Eso, en verdad, no me preocuparía mucho si creyera que habíamos llegado a un buen acuerdo", aseguré, para expresar su convencimiento de que su partido resultará vencedor. A juicio de Arzalluz, la única duda está en "quién de los otros será el segundo partido".
Candidato de Arzalluz para Europa
Xabier Arzalluz está convencido de que la crisis de la UE por la sucesión de Jacques Delors se resolvería inmediatamente si Felipe González fuera receptivo a las peticiones de que sea el sucesor. "Si González aceptara, se habría acabado la crisis; pero parece que no está por la labor", afirmó.Los dos políticos pasaron parte del almuerzo intercambiando confidencias sobre la cumbre de Corfú. Arzalluz, miembro del Partido Popular Europeo, vivió días antes en Bruselas la 'falta de acuerdo entre sus socios para elegir a un candidato. Estaban divididos entre el holandés Ruud Lubbers y el belga JeanLuc Dehaene.
González le contó lo vivido en la isla griega. "He encontrado muy bien a González y tiene las cosas muy claras sobre Europa, y, desde luego, el papel de consenso que le ha tocado jugar es muy importante".
La política nacional ocupó la segunda parte del almuerzo¡ Aquí Arzalluz se mostró menos contundente en sus apreciaciones, limitándose a transmitir que González está convencido de que su partido no será un obstáculo para la estabilidad gubernamental.
"No veo asomo de que esté pensando en cuestiones de confianza o cosas similares", dijo. "La verdadera señal de normalidad es agotar la legislatura y, si alguien no está conforme, que presente la moción de censura".
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