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Léotard afirma en Ruanda que Francia no puede sola con toda la misión humanitaria

Enric González

El ministro de Defensa francés, François Léotard, visitó ayer a sus soldados en misión humanitaria junto a la frontera de Ruanda. Una semana después de que llegara el primer destacamento, la pequeña base instalada en Goma (Zaire) empezaba a adquirir ritmo: llegaban las primeras 400 toneladas de comida. La misión francesa marcha ya, pero resulta "completamente insuficiente", según el propio Léotard, quien lanzó una petición de ayuda a los países europeos y africanos: "Francia, por sí sola, no puede con toda esta tragedia"

ESPECIAL, .Junto al ministro Léotard. viajó la secretaria de Estado para Ayuda Humanitaria, Lusette Michau-Chévery, y con ella llegó un hospital de campaña que estará en funcionamiento el lunes. Pero todo eso era casi nada. Léotard ilustró la situación con un ejemplo: "En Ruanda hay muchos cientos de miles de personas desplazadas, enfermas y hambrientas; nosotros, hoy, sólo teníamos 300 soldados en territorio ruandés. Piensen en la desproporción. Francia no puede aumentar su esfuerzo más allá de lo previsto".

"Tenemos 2.500 hombres implicados directamente en la Operación Turquesa, y estaremos en Ruanda hasta finales de julio. Aportamos nuestra contribución sin ningún interés particular. Otros deberían hacer lo mismo, y pienso en la Unión Europea, que me ha defraudado un poco, y en la Organización para la Unidad Africana, que me ha defraudado aún más", dijo Léotard.

La misión francesa en Ruanda, desarrollada bajo mandato del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas con el nombre de Operación Turquesa, tiene un alcance muy limitado. Es, de momento, apenas una gota de agua sobe el flanco occidental de la hoguera ruandesa. El ministro François Léotard subrayó ayer que el objetivo no era detener la guerra civil ni resolver todos los problemas humanitarios, sino salvar vidas humanas".

El plazo dado por la ONU

La resolución 929 del Consejo de Seguridad de la ONU da un plazo de dos meses (a contar desde el 23 de junio) a la intervención francesa, y autoriza a sus tropas a utilizar "todos los medios necesarios", incluida la fuerza, para evitar las matanzas de civiles. Pero a nadie se le escapa el riesgo que entrañaría una intervención armada directa. Habida cuenta del tradicional apoyo francés al Gobierno del fallecido presidente hutu Juvejal Habyarimana, y de la enorme desconfianza con que la Operación Turquesa ha sido acogida por las fuerzas pro tutsis del Frente Patriótico Ruandés, la consigna recibida por el general Lafourcade, es la de mantener la máxima prudencia. De momento ya hay en Goma 300 soldados de Senegal que efectúan breves misiones de escolta, y se espera que Guinea envíe pronto un número aún no determinado de efectivos. Los franceses creen que la mejor ayuda posible es la que puedan aportar los propios países africanos. Después de reunirse en privado en Goma con el jefe de la expedición francesa, el general Jean-Claude, Léotard se desplazó hacia Bukavu. Desde allí se adentró unos kilómetros en el interior del territorio ruandés y almorzó con el centenar de soldados que protegen desde el domingo un campo de refugiados de la etnia hutu.

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Hasta el momento, las patrullas francesas han identificado en la mitad Oeste de Ruanda (controlada por las fuerzas gubernamentalistas) una decena de campos hutus, en los que se hacinan unas 60.000 personas, y cinco campos de la minoría tutsi, con unas 20.000 personas.

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