Cuatro mil policías más protegerán en las costas a la oleada de turistas

El Ministerio de Justicia e Interior está dispuesto a que el buen verano turístico que se prevé este año no se vea empañado por un aumento de la inseguridad ciudadana o por la campaña de atentados que la banda terrorista ETA suele llevar a cabo en las costas mediterráneas. Cuatro mil agentes más que en temporadas anteriores -en total una cifra que rondará los 10.000 policías y guardias civiles- participarán en el dispositivo de la primera gran operación de seguridad que pone en marcha el nuevo equipo de Justicia e Interior.

La Operación Verano se pondrá en marcha el próximo 1 de julio y, por primera vez, afectará a todas las zonas costeras de España. Su objetivo prioritario es proteger a los millones de turistas que se desplazan a las playas en esta época, además de evitar la posibilidad de que ETA intente llevar a cabo alguna campaña terrorista en estas regiones. Interior ha cursado a los agentes instrucciones sobre la forma de actuación que deben tener frente a las carteras bomba -artefactos como los que estallaron hace un mes en una playa y en un monte de Vizcaya, hiriendo a varias personas- y otro tipo de paquetes sospechosos.Interior pretende que el aumento de la presencia de agentes en Ias calles sea claramente percibido por los ciudadanos. El despliegue policial será especialmente intenso en las islas Baleares.

Las plantillas de las comisarías y acuartelamientos de las zonas afectadas por la Operación Verano ya han experimentado un aumento de 300 funcionarios respecto al número de agentes que las integraban hasta ahora. Pero junto a los funcionarios habituales habrá varios miles más desplazados de otras ciudades del interior y unos 2.000 nuevos agentes del Cuerpo Nacional de Policía que, tras acabar sus estudios, realizarán las prácticas adscritos a este dispositivo. Igual ocurrirá con cerca de 2.000 guardias civiles recién salidos de la academia.

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