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CIENCIA

España pagará 13.600 millones al CERN

ENVIADA ESPECIALTras dos años de dificultades y callejones sin salida, y seis meses de negociaciones, España y el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN) cerraron ayer el conflicto que ha estado a punto de costar a España su presencia en el mayor laboratorio científico de Europa. España se compromete a pagar lo que debe al CERN (13.600 millones de pesetas) y a impulsar la física de altas energías en el ámbito nacional, y obtiene una reducción de su contribución anual en un 23% de media durante cinco años.

Los 19 países miembros del CERN votaron unánimemente a favor de este acuerdo en la reunión del consejo del laboratorio celebrada en Ginebra. "Fantástico, había que cerrar este capítulo de nuestra peculiar situación en el CERN", fueron las primeras palabras del delegado español, Cayetano López, nada más producirse la votación.

El acuerdo pone fin a una crisis iniciada hace casi tres años, cuando España, representada en aquel momento por el Ministerio de Industria, redujo unilateralmente su contribución anual al laboratorio y puso unas durísimas condiciones para continuar en el mismo, aduciendo que los retornos obtenidos son mínimos en comparación con la cuota pagada (unos 7.000 millones de pesetas corresponderían a 1994 sin el descuento pactado ayer). Ahora, la cuota a pagar del CERN pasará, en los presupuestos del Estado, al Ministerio de Asuntos Exteriores.

El director general del laboratorio, el británico Christopher LIewellyn-Smith, afirmó estar "enormemente satisfecho". Dijo que era un acuerdo bueno para España. En cuanto al CERN... "bueno, con esto tendré que hacer algunos equilibrios presupuestarios", comentó.

También el francés Hubert Curien, presidente del consejo, manifestó su contento por la permanencia de España en el CERN: "Soy optimista sobre la posibilidad de que el país mejore considerablemente sus retornos científicos y tecnológicos". Curien y Llewellyn-Simth tomaron las riendas del laboratorio europeo en enero pasado.

Resolución

La resolución aprobada ayer recoge tres puntos: España obtiene una reducción de su cuota, desde 1994 a 1998, del 40%, el 30%, el 20%, el 15% y el 10%, respectivamente; el CERN suscribe créditos bancarios por el valor de las contribuciones adeudadas desde 1992, cuyo pago garantiza España, que se compromete a mejorar su infraestructura nacional en física de altas energías. El consejo acordó ayer que España informe periódicamente sobre este punto.Según López, "hay que trazar un plan que precisa la creación de un Instituto Nacional de Altas Energías, no para hacer investigación, sino para apoyar la que se hace en las universidades y organismos públicos y, sobre todo, para prestar el soporte técnico e industrial necesario".

Elías Fereres, secretario de Estado de Universidades e Investigación, declaró ayer desde Madrid: "Estoy muy contento. Ha sido una negociación larga y dificil, iniciada formalmente el pasado otoño. Ahora tenemos el compromiso de mejorar la estructura española, científica y tecnológica sobre todo, en altas energías y la coordinación con la industria". El objetivo es lanzar, en primer lugar, la física experimental para alcanzar un desarrollo similar al que se ha logrado ya en física teórica. Y los experimentales son los que mantienen el enlace con la industria", dijo Fereres.

Desde que la delegación español empezó a negociar con las autoridades del CERN, los españoles que trabajan en el laboratorio (medio centenar permanentemente y unos 200 en total) han estado presionando a sus colegas científicos y técnicos de los países más reticentes a firmar un acuerdo de reducción de la cuota española para que ellos influyeran sobre sus delegaciones.

El plato fuerte de la reunión del consejo del CERN, una vez solventado el problema español, era el debate acerca del próximo gran proyecto del laboratorio, la construcción del superacelerador de partículas LHC (Large Hadron Collider). Este proyecto, con el que los europeos pretenden establecer su dominio indiscutible en la física de partículas experimental para la próxima década, hubiera tenido graves dificultades para salir adelante sin España.

Diecisiete de los 19 países miembros, incluida España, votaron ayer por la construcción del LHC y acordaron dejar el tema abierto para que los restantes -Alemania y Reino Unido- puedan adherirse. Estos últimos plantean que Suiza y Francia, que alojan el CERN, hagan una fuerte contribución al nuevo acelerador, equivalente al 10% de su coste (unos 256.000 millones de pesetas). El consejo estudia fórmulas para que países muy interesados en esta máquina -EE UU, que canceló recientemente su proyecto de acelerador gigante SSC, Canadá y Japón- contribuyan a su construcción.

El LHC, que utilizaría el túnel del actual acelerador LEP, servirá para explorar nuevos campos de la estructura elemental de la materia y buscar la hipotética partícula Higgs, que explicaría la masa y daría coherencia a la teoría que por ahora mejor explica de qué está hecho el Universo, el modelo estándar.

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