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Cuando el reportaje se convierte en película

La Filmoteca y la Casa de América dedican un ciclo a los documentales de Cine-Ojo

Elsa Fernández-Santos

Cámara en mano han recorrido la última historia de su país, Argentina. El grupo Cine-Ojo, 10 cineastas e investigadores encabezados por el director Marcelo Céspedes, ha recurrido al cine documental para contar historias. Para ellos, la realidad no es una atadura, sino la plataforma para poder llegar a la verdadera ficción. De la zona minera de Río Turbio a los suburbios de Buenos Aires o al hospital psiquiátrico Borda, este grupo ha logrado que en su país el cine documental sea comercial y que se estrene sin complejos en las mismas salas donde arrasa Indiana Jones.

La Filmoteca Española y la Casa de América proyectan este mes la filmografía completa de Marcelo Céspedes y su grupo, Cine-Ojo. Siete largometrajes que parten de la última historia argentina para contar historias de "seres humanos"."Nuestra forma de trabajo siempre es parecida", comenta Céspedes. "Primero investigamos la materia de la película. Convivimos con los protagonistas, nos acercamos a su forma de vida. Luego elaboramos lo que llamamos el plan de ataque -una especie de guión-, rodamos y finalmente viene la complicada labor de montaje".

El cineasta quiere alejarse de la etiqueta de cine político. "En un principio lo fue por la herencia del cine testimonial latinoamericano, pero poco a poco perdió sentido. Con el tiempo nos hemos acercado más al hombre y su relación con la vida cotidiana que a las ideas". Para Céspedes el futuro del cine de creación está en el documental: "Es barato y permite una gran libertad de maniobra".

"En Argentina, al contrario de España, hay tradición de público para este cine. Se estrena en salas comerciales y entra en los mismos circuitos que las películas de ficción", explica.

"El documental de creación está en la frontera imaginaria entre ficción y documento. Comparten la misma materia, la realidad. Se trata de una mirada subjetiva, de mirar allí donde la mayoría no mira o mirar las mismas cosas pero de una manera diferente", señala Céspedes, que cita con admiración la última película de Víctor Erice, El sol del membrillo, o El desencanto, de Jaime Chávarri. "Fue una película que me marcó profundamente. Aquella familia que parecía tan norma", dice el cineasta, de 39 años, que ahora trabaja en una película titulada Historias de amor semanal sobre el después de los personajes que aparecen en los reality shows.

En la filmoteca madrileña se proyectan estos días historias como La noche eterna, realizada en 1991 y que narra el sentimiento de frustración de las familias de la zona de Río Turbio -que fue en los años cincuenta una de las regiones carboníferas más productivas de América Latina- que lo dejaron todo para instalarse en aquellas tierras y que luego no lograron ninguna de sus expectativas. Las palabras de los mineros y sus mujeres, reforzadas con imágenes de archivo, son un testimonio "sobre la dignidad humana".

Hospital Borda: un llamado a la razón,de 1986, "es un mea culpa de muchas generaciones con los hospitales psiquiátricos, herederos institucionalizados de prejuicios culturales, postergaciones económico-políticas y atavismos ideológicos". Los totos, de 1983, presenta "los testimonios de algunos padres, asistentes sociales y enseñantes de escuela básica sobre la vida de los adolescentes de las chabolas de Buenos Aires".

Céspedes, un tipo con barba y de aspecto afable, dice después de repasar su filmografía: "Más de una vez he tirado la cámara y he dicho, la próxima una comedia. Pero tenemos un compromiso ético con este tipo de cine. Un compromiso que tiene que ver con el amor y el cariño por lo real".

Filmoteca Española, cine Doré (Santa Isabel, 3). Teléfono 369 11 25. Casa de América, plaza de Cibeles. Teléfono 595 48 00.

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Sobre la firma

Elsa Fernández-Santos
Crítica de cine en EL PAÍS y columnista en ICON y SModa. Durante 25 años fue periodista cultural, especializada en cine, en este periódico. Colaboradora del Archivo Lafuente, para el que ha comisariado exposiciones, y del programa de La2 'Historia de Nuestro Cine'. Escribió un libro-entrevista con Manolo Blahnik y el relato ilustrado ‘La bombilla’

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