Unas 5.000 personas piden cierre e Celulosas Elce-Elnosa en Pontevedra

Unas 5.000 personas pidieron ayer el cierre del complejo industrial de la Empresa Nacional de Celulosas (Ence) en Lourizán, en la ribera sur de la ría de Pontevedra, por su persistente y amenazadora contaminación.Convocados por la asociación para la Defensa de la Ría, los manifestantes que habían iniciado la marcha simultáneamente en Pontevedra y Marín, confluyeron ante las puertas de la factoría, donde se habían concentrado numerosos efectivos policíales. La movilización discurrió sin incidentes y unió el tono festivoo de la mañana del domingo a las condenas por las continuadas agresiones al medio natural. Unas 70 embarcaciones se concentraron en la zona para apoyar también la movilización.

La presidenta de la asociación convocante, Leonor González, destacó la presencia, junto a los ecologistas, de las gentes del mar "que ven peligrar día a día sus puestos de trabajo y su salud por la acción de los vertidos contaminantes del ilegal complejo industrial de Lourizán", dijo. Se refirió también a lo que definió como "incumplimiento total de la legislación medioambiental por el complejo Ence-Elnosa" y a los informes sobre el complejo "que incumple el convenio firmado hace cinco años entre Ence y la Xunta y también la legislación española y comunitaria en materia de vertidos; por no cumplir, ni siquiera cumple con las exigencias fijadas en el momento de su instalación, aquí hace.30 años", afirmó.

La manifestación se celebró cuatro días después de Xunta abriese un expediente sancionador a Elnosa (Electroquímica del Noroeste SA) por realizar vertidos ilegales y altamente contaminantes a la ría de Pontevedra. El expediente podria concluir con la imposición una multa de 75 millones de pesetas, o incluso con el cierre cautélar de la actividad de la empresa. La Xunta advirtió simultáneamente a Celulosas de Pontevedra (Ence) para que en un mes presente un plan corrector de vertidos para cumplir las legislaciones española y comunitaria. Ence aseguró que los vertidos de las factorías se ajustan al convenio firmado con la Xunta en 1989 y a la normativa de la CE.