Nuevo sistema, viejo resultado

El sistema de dos vueltas, que por primera vez se ha puesto en práctica en Colombia, fue adoptado por la Constitución de 1991 con el propósito de darle mayor protagonismo político a las minorías, tradicionalmente fuera del juego político, en un intento de apertura democrática. Sin embargo, la ya centenaria hegemonía bipartidista liberal-conservadora se va a prolongar hasta el fin del siglo, pues aún no ha nacido opción alguna capaz de disputar el poder a los más veteranos, ni tan siquiera en una supuesta segunda vuelta.El Movimiento 19 de Abril (M- 19), que surgió de la guerrilla legalizada en 1990 como una tercera fuerza con opción de poder, quedó prácticamente borrado del mapa político en estas presidenciales. Mientras que Samper obtuvo, en la primera vuelta, el 45,3% y Pastrana, el 44,9%, Antonio Navarro Wolff, se tuvo que conformar con ser el tercero más votado con apenas el 3,8%.

Ya se habían registrado fenómenos similares: durante el pacto político de alternacia del poder entre liberales y conservadores que rigió durante 16 años desde 1957, surgieron como disidencias el Movimiento Revolucionario Liberal y la Alianza Nacional Popular, de origen conservador.

Al proceso de deslinde de las fronteras ideológicas entre liberales y conservadores, se atribuye, en parte, la poca diferencia programática expresada por Samper y Pastrana.