El FPR y el Gobierno de Ruanda pactan una tregua al calor de la cumbre de la OUA

ENVIADO ESPECIALEl Frente Patriótico Ruandés (FPR), la guerrilla de la minoría tutsi, y el Gobierno interino de Ruanda alcanzaron a última hora de ayer una tregua al calor de la cumbre de la Organización para la Unidad Africana (OUA), que hoy concluye sus sesiones en la capital tunecina. Pasteur Bizimundu, portavoz de los rebeldes, que controlan en estos momentos dos tercios de Ruanda, anunció que dos comisiones de cinco miembros habían logrado firmar un acuerdo de alto el fuego que entraría en vigor de forma inmediata.

En las jornadas previas a la cumbre de Túnez, que abrió sus trabajos el pasado lunes, se decidió que la delegación del Gobierno ruandés, encabezada por el presidente interino, Théodore Sindikubwabo, ocupara el escaño asignado al maltratado país africano. Los miembros del FPR fueron admitidos a título de observadores.

De verificarse la tregua, Ruanda ofrecería a la cumbre de la OUA un inesperado regalo de clausura. Uno de las resoluciones que tiene previsto aprobar la reunión de jefes de Estado africanos prevé dotar al Organismo para la prevención y resolución de conflictos de los medios económicos y humanos para poder operar en los conflictos que desangran al continente.

Hasta ahora, la OUA apenas ha ofrecido más que declaraciones de buenas intenciones a las crisis humanitarias y a las matanzas que periódicamente agravan la situación general de Africa.

Prácticamente todos los presidentes presentes en la cumbre de Túnez se refirieron a la necesidad de detener las matanzas en Ruanda, en donde desde el asesinato del presidente, Juvenal Habyarimana, el pasado 6 de abril, han muerto medio millón de personas, y más de un millón han huido del país.

Sin embargo, las noticias que llegaban ayer de Kigali, la capital del país, volvían a despertar la cautela sobre la virtualidad del acuerdo firmado en Túnez. Mientras que las autoridades de Bujumbura aseguraban que 100 refugiados tutsis que habían buscado cobijo en Burundi habían sido asesinados por una partida de milicianos hutus procedentes de Ruanda, las Naciones Unidas daban cuenta de que 40 niños, también de la minoritaria etnia tutsi, habían sido secuestrados en Kigali. Los portavoces de la ONU mostraron su preocupación por este suceso, que podría convertir en papel mojado la tregua acordada ayer.