El Fondo de Garantía vendió cinco empresas a los responsables de Ibercorp entre 1985 y 1987

Los responsables del Grupo Ibercorp adquirieron al menos cinco sociedades al Fondo de Garantía de Depósitos entre 1985 y 1987, periodo en que Juan Antonio Ruiz de Alda, entonces subgobernador del Banco de España, era también presidente de a comisión gestora del Fondo. Dos de ellas se transformaron en una financiera y una de leasing del Grupo. Las otras, que gozaban de créditos fiscales por arrastrar pérdidas, se usaron para que aparecieran como propietarias de acciones de Sistemas AF en su salida a Bolsa. José Quesada, jefe de despacho del ex síndico Manuel de la Concha, comparecerá hoy ante la comisión investigadora. Él era uno de los tres hombres que trataba directamente con Mariano Rubio.El Fondo está siendo inspeccionado por dos funcionarios del Banco de España cuyo objetivo es ver si se produjeron irregularidades en la venta de, empresas cuando Ruiz de Alda, fallecido en 1988, era su máximo responsable al tener acceso Rubio a su primer mandato de gobernador. Al menos cinco, procedentes de bancos en crisis, fueron compradas: Sol Capital, Inmoleasing, Scipio, Firena y Teresa.

Quienes han analizado estas operaciones destacan que, con la información actual, no deberían haberse realizado, ya que hubo, en algunas, un trato de favor evidente. "El problema no está en el precio. La cuestión está en qué se utilizaron", dicen fuentes conocedoras de las mismas. El Fondo tenía como filosofía no vender sociedades que no tuvieran activos reales, actividad. Sin embargo, se produjeron esas ventas. "En estos casos hubo una aproximación al Fondo por parte de los compradores", se señala en medios oficiales. "Eso debería haber levantado aún más los controles", apostillan personas que ya en aquellos años trabajaban en el Fondo.

En dos, según algunas fuentes, "no se puede hablar de trato de favor inicialmente, ya que una parte es el Fondo y otra dos personas físicas, De la Concha y Jaime Soto, que las adquirieron". Pero, añaden, "pudo haber precio de favor". Son los casos de Teresa y Firena.

Teresa (Terrenos y Recintos, procedente de Catalonia Holding, de Banca Catalana) fue comprada por Becom, controlada por De la Concha en octubre de 1986. Tenía unas pérdidas acumuladas cercanas a los 200 millones, lo que permitía ahorrar impuestos por un importe cercano a los 70. El precio fue de 6. Teresa figuró, en noviembre y diciembre de 1986, como tenedora de acciones de Sistemas AF durante su salida a Bolsa.

Firena fue comprada por la sociedad índice Mil también en octubre de 1986. Esta última está controlada por Soto, que en la compra estuvo representado por su hermano Pedro. El precio fue de 5 millones y también se trataba de una firma sin actividad ni activos. No obstante, contaba con pérdidas cercanas a los 200 millones, lo que permitía ahorrar unos 70. También figuró como tenedora de acciones de Sistemas AF en noviembre y diciembre de 1986 y, según Hacienda, en ese tiempo compró acciones por valor de 218 que vendió por 461.

Todo un entramado

El entramado de sociedades en tomo a Teresa y Becom es una muestra de las vueltas que De la Concha daba con su patrimonio: Teresa es comprada por Becom; Becom aparece participada de forma mayoritaria por Angus Holding en abril de 1988; Elsig, en junio de 1989, aparece controlando a la anterior; un año antes, en febrero de 1998, Nueva Cartera controla Elsig. Finalmente, Nueva Cartera está controlada por Angus Holding. En todas ellas tiene poderes De la Concha, que en algún momento aparece como su presidente. Antonio Holguin, que ha trabajado con él y declarado ante la comisión, aparece como administrador único de varias.

Al menos en una de las empresas vendidas hubo claramente trato de favor al tratarse de una operación de compraventa en la que en las dos partes participaba la misma persona. Ruiz de Alda, como presidente de la comisión gestora del Fondo, autorizó en 1985 la venta de Scipio a su mujer a través del despacho de De la Concha.