Más allá de lo tolerable
El titulado Manifiesto vasco para vascos con que Máximo ilustra el número de ese diario del 3 de junio, y al que él mismo califica (por razones obvias) de "apócrifo e imaginario", merece además el epíteto de injurioso. Sea la injura voluntaria o no (y supongo que no lo es), al autor se le ha ido en él la pluma bastante más allá de lo tolerable para dejarlo pasar sin protesta.En tres de los cinco puntos de que consta el manifiesto se enuncian verdades como puños: en efecto, "ETA no es violenta, sino asesina"; "HB es coautora (moral o real) de los asesinatos"; y "los votantes de HB (para su desgracia y la de Euskadi) creen que asesinar es noble y patriótico", aunque aquí habría debido matizar las cosas, pues incluso entre los votantes de HB hay excepciones; pero es cierto que tal es el caso de los más de ellos, por lo que no resulta demasiado abusivo atribuir al conjunto la creencia de los que son, con mucho, su mayor parte.
Aplicando precisamente esta regla, es notoriamente abusivo afirmar que "ETA acabará cuan- Pasa a la página siguiente
Viene de la página anteriordo los vascos lo queramos de verdad", cuando lo cierto es que una gran mayoría de los vascos desea muy de veras el final de ETA; y cuanto antes, mejor. Poner esta afirmación a la misma altura que las tres verdades susodichas, como si fuera una verdad más, equivale a lanzar contra el conjunto de los vascos una acusación calumniosa.
El otro de los cinco puntos empieza por una verdad ("ETA es vasca") y añade a ella unas palabras sumamente discutibles- "Deshonra al País Vasco y nos avergüenza`. ¿Cómo la actuación de una minoría puede deshonrar y avergonzar a todo un país? Los etarras ni se sienten ni se saben españoles; pero los muchísimos vascos y no vascos que tenemos conciencia de que la Vasconia peninsular es parte importante y raíz de la realidad histórica que llamamos España, si que sabemos que los etarras son españoles, pero no se nos ocurre decir que deshonran y avergüenzan a los demás españoles ni al conjunto de España. Verdad es que, dentro de este conjunto, constituyen una minoría aún más pequeña que dentro del conjunto vasco, pero cuando se pone tanto cuidado en no decir que un puñado de políticos corruptos deshonren a toda la clase política ni que una pandilla de guardias civiles corruptos deshonren a toda la Benemérita, es muy chocante observar la conducta -contraria cuando se trata del honor de un pueblo. Cuando ETA habla en nombre del pueblo vasco está usurpando este nombre; cuando dice obrar a su servicio, o miente o delira. Y me extrañaría muchísimo que Máximo ignorase estas dos verdades, que lo son, también, como puños. Creo, por eso, que son muy pocos los vascos que si se les propusiera estarían dispuestos a firmar ese mani esto, como fino fuese para tachar con su firma un pasado que prefieren no recordar de complacencia hacia ETA y hasta de connivencia (moral o material) con ella; pero, entonces, en el mismo caso se encontrarían no pocos que ni son vascos ni gustan de hurgar hoy mucho en su memoria.
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