_
_
_
_

Los errores del SPD 'resucitan' a Kohl en Alemania

Los continuos errores en los últimos dos meses del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) y de su presidente y candidato a canciller, Rudolf Scharping, han provocado el resurgir de los democristianos (CDU / CSU) y del canciller federal Helmut Kohl. Los sondeos de opinión conceden a la CDU / CSU una ligera ventaja sobre el SPD en las elecciones de mañana para el Parlamento Europeo e incluso en las federales, previstas para el próximo 16 de octubre. Hace unos meses parecía increíble lo que hoy ocurre y Kohl se encontraba demoscópicamente muerto. Como el Ave Fénix, el canciller ha resurgido de sus cenizas y, según las encuestas, aventaja a su competidor y compatriota Scharping. Los dos son del mismo Estado, Renania-Palatinado, pero de diferentes regiones.A este resurgir de Kohl ha contribuido en gran medida el SPD y Scharping, que han sufrido lo que en lenguaje ciclista se puede calificar de pájara y se han dejado adelantar, al menos en las encuestas. Los resultados reales se conocerán el próximo domingo después de las 21 horas, cuando cierren las urnas para el Parlamento Europeo. Más de uno re sume en Bonn lo ocurrido con el SPD y su candidato en términos escatológicos, muy queridos en el lenguaje coloquial alemán: "No hay cagada que no hayan pisado en las últimas semanas".,

Scharping lo tiene difícil. Muchos parecen haber olvidado que jamás en la historia de la República de Bonn un candidato ganó la cancillería federal desde la oposición. El SPD ganó con Willy Brandt en 1969, tras participar dos años en el Gobierno de gran coalición con la CDU / CSU. Kohl llegó a la cancillería en 1982 gracias al cambio de pareja de los liberales (FDP).

La lista de errores acumulados por el SPD y Scharping es importante, pero existe un problema básico. El SPD no tiene ningún caudal electoral a la izquierda, que está cubierta por Los Verdes y los más o menos ex-comunistas del Partido del Socialismo Democrático (PDS). La única opción para el SPD es ganar los votos del centro. Scharping se ha presentado al electorado como una especie de Kohl con barba, pero sin una alternativa programática clara.

Scharping se equivocó al presentar su programa y anunciar una mayor carga fiscal precisamente para ese sector del electorado que necesita conquistar. Luego rectificó, pero no resultó convincente. Siguió un tira y afloja en las filas del SPD sobre la necesidad de limitar a 130 la velocidad máxima en las autopistas. Este es un tema tabú en Alemania, donde se dice que los ciudadanos aman más a sus potentes autos que a la propia esposa.

Para completar el cuadro, Scharping reaccionó como un muchacho irritado al perder la elección a presidente federal el pasado 23 de mayo, atacó a los liberales (FDP), que cerraron filas al lado de su socio de coalición, la CDU / CSU, y se mostró ante el electorado como un mal perdedor. En el colmo de los despropósitos Scharping llegó a atacar al seleccionador nacional de fútbol, Berti Vogts, en vísperas de que la selección emprendiera viaje para participar en el Mundial de Fútbol. Esto para el hincha equivale a traición.

La economía alemana ha empezado a repuntar con cifras de inflación por debajo del 3% anual, reducción moderada del número de parados y, por primera vez en mucho tiempo, de nuevo despunta el crecimiento económico. En esta coyuntura, Kohl, un excelente vendedor de optimismo, tiene más posibilidades que Scharping.

Así lo registran las encuestas. El barómetro electoral que publica cada semana el semanario Die Woche da a la CDU / CSU un 40% en las elecciones federales, un 39% al SPI), 9% a Los Verdes, 6% al FDP, 3% al PDS (ex-comunistas), 2% a los ultraderechistas Los Republicanos y un 1% al resto.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_