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ELECCIONES AL PARLAMENTO EUROPEO

Dieciséis aspirantes para seis cargos

Carrera para ocupar altos puestos en las instituciones europeas e internacionales que quedarán vacantes o serán creadas de aquí a principios de 1995

La designación de un sustituto para el actual presidente de la Comisión Europea, el francés Jacques Delors, que los Doce deben acordar en su cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de fin de mes, no es una decisión aislada, sino que forma parte de una negociación global en la que se discute incluso con países no miembros de la Unión Europea (UE) del reparto de altos cargos en seis instituciones europeas e internacionales que quedarán vacantes o se crearán de aquí a principios de 1995.El nivel de las candidaturas y el mercadeo sin precedentes que está propiciando la sucesión de Jacques Delors pone de relieve hasta qué punto el actual presidente de la Comisión Europea y el incremento de las competencias de la Unión Europea han convertido en atractiva la jefatura del órgano Ejecutivo comunitario.

Además de la batalla por alcanzar la presidencia de la Comisión, los Doce países miembros de la Unión Europea y otros grandes países occidentales se pelean por el reparto de otros cinco altos cargos que aspiran a desempeñar un total de catorce candidatos declarados u oficiosos.

Comisión Europea. El primer ministro democristiano belga, Jean-Luc Dehaene, cuenta con el apoyo de Francia y Alemania y es, por tanto, el candidato con más posibilidades de ser designado por la cumbre europea de Corfú, que se celebrará los próximos días 24 y 25, a pesar de que otro belga, Alexandre Lamfálussy, ya preside el Instituto Monetario Europeo.

Ruud Lubbers, primer ministro democristiano holandés, es el principal rival de Jean-Luc Dehaene, y en un tercer lugar figura el comisario conservador británico Leon Brittan, antiguo ministro de Comercio e Industria del Gobierno de Margaret Thatcher.

El director general del GATT (Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio), el irlandés Peter Sutherland, acaricia también, al parecer, la idea de heredar el cargo de Jacques Delors, pero no cuenta con el apoyo de su Gobierno, lo que hace muy dificil que logre su objetivo.

Secretaria General del Consejo de Ministros de la Unión Europea. El candidato alemán, Jürgen Trumpf, ex secretario de Estado y actual embajador de Alemania ante la Unión Europea, es el aspirante que más destaca para ocupar este cargo aparentemente gris, pero de gran importancia.

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Contra Jürgen Trumpf compite su homólogo belga, Philippe de Schoutheete. Sólo un veto del Gobierno de Holanda, como represalia por el decisivo apoyo alemán a Jean-Luc Dehaene contra Ruud Lubbers, puede frustrar las ambiciones de Jürgen Trumpf.

Secretaría General de la OTAN. El puesto no está vacante, pero la grave enfermedad que padece el actual secretario general, el alemán Manfred Wörner, hace prever que no pueda desempeñarlo durante mucho tiempo más.

En círculos diplomáticos alemanes se indica que será ofrecido a Rutid Lubbers como premio de consuelo por no asumir la presidencia de la Comisión Europea.

Secretaría General de la Unión de Europa Occidental (UEO). Es el único cargo al que puede pretender un español, concretamente Enrique Barón, ex ministro de Transportes en el primer Gobierno socialista de Felipe González y ex presidente del Parlamento Europeo.

Su principal adversario es el antiguo primer ministro belga Mark Eyskens, pero si Dehaene se hace con la presidencia de la Comisión será casi imposible que otro belga dirija una organización europea.

El Gobierno de Portugal también ha presentado a un candidato, el embajador José Coutileiro, pero sus posibilidades son escasas porque se trata de un alto funcionario y una mayoría de Estados miembros desean colocar a un político en la secretaría general del órgano de defensa europeo.

Secretaria General de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico. El antiguo ministro de Finanzas británico Nigel Lawson puede disponer del apoyo franco-alemán y, en consecuencia, de toda la Unión Europea, para ocupar el cargo si el Reino Unido acepta a Dehaene como presidente de la Comisión.

Hasta ahora, el Gobierno de París apoyaba al actual secretario general, Jean-Claude Paye, que lleva diez años al frente de la OCDE, mientras el Gobierno de Bonn respaldaba a Lorenz Schomerus, un alto funcionario del Ministerio de Hacienda alemán. Estados Unidos es, sin embargo, está trastocando los planes de la UE. Empuja a un aspirante, Doland Johnson, para acabar con el dominio europeo sobre la organización.

El decano de los embajadores ante la OCDE, el suizo Eric Röthlisberger, declaró al diario The Independent que se puede gestar un compromiso en torno al ex primer ministro canadiense Elliott Trudeau. Hoy concluye en París la reunión ministerial anual de la organización, pero parece probable que cualquier decisión quedará aplazada hasta el verano o el otoño próximos.

Dirección General de la Organización Mundial del Comercio. El tándem franco-alemán desea que la Unión Europea impulse la candidatura de otro británico, el comisario conservador Leon Brittan, al frente de esta organización que el año próximo sustituirá al Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio, pero el interesado desmintió la semana pasada querer dirigir la Organización Mundial de Comercio (OMC) y reiteró su empeño en asumir la presidencia de la Comisión Europea.

El italiano Renato Ruggero, antiguo ministro de Comercio Exterior de su país, también se ha mostrado interesado por ser nombrado para desenpeñar la dirección general de la OMC. En este caso, también Estados Unidos puede desbaratar los planes de la Unión Europea porque apoya la candidatura del presidente mexicano Carlos Salinas de Gortari, que cesará en su cargo el próximo mes de diciembre.

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