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Cuatro candidatos luchan a cara de perro por presidir la Comisión Europea

Lluís Bassets

Nunca se había llegado tan lejos en los días previos a la designación del presidente de la Comisión Europea. Dos candidatos, el comisario británico, Leon Brittan, y el primer ministro holandés saliente, Ruud Lubbers, hacen campaña abierta para suceder a Jacques Delors. Dos más, el primer ministro belga, Jean-Luc Dehaene, y el candidato tapado que es el irlandés y director general del GATT, Peter Sutherland, permanecen callados.

La designación del sucesor de Delors está en manos del colegio electoral más restringido posible: doce personas -once primeros ministros y un jefe de Estado, el presidente francés François Mitterrand- que se reunirán en Corfú, los días 24 y 25 de junio. Nada de lo que suceda hasta entonces será definitivo hasta que no exista una decisión unánime.El candidado más evidente y convencional, apoyado por la democracia cristiana europea, el holandés Ruud Lubbers, acaba de sufrir un duro revés en la recta final, por el apoyo de Bonn y París a su vecino y como él democratacristiano y neerlandófono, Jean-Luc Dehaene, pero ha devuelto el golpe sin falta indicando que la presidencia de la Comisión no pueden dictarla alemanes y franceses. El primer ministro belga, al que la prensa británica califica de eurofanático, puede salir quemado por la precipitación franco-alemana al destapar su carta.

'Apóstol' del libre comercio

Es la situación que están esperando Leon Brittan, el candidato británico, y el conservador irlandés Peter Sutherland, cuyo máximo handicap es que no te apoya su propio Gobierno, de distinto color político. Brittan no cuenta apenas con posibilidad alguna, mientras que: en favor del director del GATT juega su acreditada trayectoria de apóstol del libre comercio, que suscita las simpatías, de alemanes y británicos.

La posición española es de mantenerse a la expectativa y tratar de obtener alguna contrapartida importante, como es el compromiso de dar a un español la secretaría general de la UEO (Unión de Europa Occidental), a la que aspira Enrique Barón. El apoyo prematuro del presidente del Gobierno, Felipe González, a Lubbers se debió a la necesidad de despejar las dudas sobre su propia candidatura más que a un interés efectivo por el candidato, indican fuentes diplomáticas.

Las mismas fuentes aseguran que el candidato que más interesa a España es Sutherland, pues pertenece a uno de los países de la cohesión y defenderá los fondos estructurales en 1999, cuando se discutan las nuevas perspectivas financieras de la UE.

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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