Puntualizaciones de Manuel García Rojas

No soy lector asiduo de prensa, por lo que he tardado varios días en enterarme de la noticia que EL PAÍS publicó, el pasado 24 de mayo de 1994, sobre la venta de tabaco decomisado. Como quiera que con dicha noticia se me está causando un grave e injusto daño y acogiéndome al derecho de réplica, ruego la publicación de esta carta para puntualizar lo siguiente:

1. Que durante los últimos 30 años ejerzo y vivo exclusivamente de mi profesión de realizador de cine publicitario, en la que he alcanzado cierta notoriedad y prestigio gracias al empeño, a la dedicación y también a los premios internacionales obtenidos. Mi trayectoria ha sido y sigue siendo intachable, como pueden corroborar los clientes, proveedores y las personas que me conocen ajenas al trabajo.

2. Que para evitar cualquier tipo de servidumbre y mantener mi independencia profesional, jamás he militado ni me he relacionado con ningún partido político o confesión.

3. Que mi participación en el tema que EL PAÍS menciona es insignificante y sobre todo de buena fe. Se limitó a intentar complacer la solicitud de un cliente, en 1990, para ayudar a Juan José Baró a encontrar una empresa que le asesorara en su pretensión de licitar en subasta pública ante el Ministerio de Hacienda. Con este fin me dirigí a Manuel Casanova y éste, a su vez, a la empresa Estrategia y Métodos, a la que fue presentado el señor Baró por el señor Casanova, en una breve reunión en la que Estrategia y Métodos rechazó la propuesta del señor Baró, zanjándose el asunto. Hasta ahí lo que ocurrió en mi presencia. Desde ese momento no he vuelto a saber nada del tema.

4. Sería muy estúpido pensar que ante un desconocido como yo pudiera citarse al PSOE o al CESID, aunque sólo fuera por mera prudencia. Yo lo único que sabía del señor Ballester es que representaba a Estrategia y Métodos. Mucho menos conocía a las dos personas que el señor Baró presentó como sus socios.

5. Dice EL PAÍS que yo he indicado que el señor Galán era amigo del delegado del monopolio. Esa afirmación es una infamia y una falsedad más, puesto que jamás he hecho ninguna manifestación a nadie referida a este asunto. Por otra parte, pocas palabras he cruzado con el señor Galán fuera del saludo de presentación.

6. Finalmente, agradeceré que el juez de Sevilla al que aluden en su artículo ponga las cosas en su sitio a la mayor brevedad posible, cortando de raíz todo tipo de manipulaciones. En ese momento exigiré las responsabilidades legales que correspondan, por el tremendo perjuicio causado a mi persona y a mi actividad profesional.-