Fracaso escolar
El balance de la actividad del Consorcio para el Realojamiento de la Población Marginada y de su amplia plantilla de 113 personas hasta 1993 (71 trabajadores sociales) tiene numerosos aspectos positivos y otros muchos difíciles de evaluar: matriculación total de los 1.303 jóvenes en edad escolar, ciento por ciento de cobertura sanitaria, vacunaciones, reducción de la altísima tasa de natalidad del 7% al 5,8%, integración paulatina en la sociedad de familias de etnia gitana y su anulación como posible mafia, fomento del asociacionismo, localización de la marginalidad.Lo más espectacular, por contra, son los fracasos. Hay 1.650 familias pendientes de que se les entregue un piso. Más de la mitad de los realojados en viviendas o campamentos provisionales no pagan sus alquileres -teóricamente bajos-, el absentismo escolar es del 43% y menos de dos de cada 100 chavales llegan a cursar octavo de EGB. El 6% de los jóvenes alcanza sexto o séptimo. Los trabajadores sociales del consorcio, además, han registrado en los poblados de chabolas 175 toxicómanos, pero a la encuesta sanitaria efectuada sobre 3.904 habitantes contestaron 220 (5,6%).
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