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La alternancia

Enrique Gil Calvo

ELECCIONES 12-JLa posibilidad de alternancia más o menos inminente, capaz de abrir la segunda transición democrática, ya es un hecho. ¿Qué pasaría, de producirse un supuesto semejante? Sin duda, no sería tan grave como se temen los conservadores más sensatos, que a veces te expresan en privado la inquietud que hoy más les preocupa: ¿tú crees que Aznar será capaz? Y yo les tranquilizo con el refrán de que es el hábito quien hace al monje: también González nos parecía incapaz antes del 82 y luego, tras tomar el mando, se hizo en seguida con el timón, asumiendo perfectamente toda la responsabilidad del cargo.Por lo demás, si bien era cierto que este país necesitaba una pasada por la izquierda, tampoco lo es menos que igualmente necesita una pasada por la derecha democrática como novedad histórica: sin esta prueba de fuego nunca se fortalecerán nuestras instituciones. Sin embargo, no se trata sólo de un mal menor, necesario para nuestra consolidación democrática. Además, esta segunda transición podría en sí misma suponer un bien por derecho propio, en términos de revitalización de nuestra vida pública. Si se recuerda bien, la primera transición supuso, de 1975 a 1985, todo un acontecimiento para la generación de los sesenta, que protagonizó un ingente experimento, de cambio social. Pero luego, tras la consolidación, vino el desencanto, la resaca, la desmovilización, el pasotismo y, por último, la corrupción. Pues bien, dado que los jóvenes actuales (como nos sucedía a nosotros durante los primeros setenta) viven por completo a espaldas del sistema político, ¿sería mucho esperar que la segunda transición suponga para la generación X lo mismo que la primera transición supuso para nosotros? Se me dirá que, hasta para un optimista histórico, eso es mucho esperar. Vale. Pero de. algo sí que no hay duda: y es que sólo la pasada por la derecha permitirá la regeneración de la izquierda. Y no me refiero tanto a la izquierda políticamente dicha, que lo tiene muy crudo, pues sus posibilidades actuales de regeneración están tan verdes que son a corto plazo mínimas, por no decir nulas (con el partido socialista reducido a mero aparato de recaudación clientelar, el ex comunismo recluido en el asilo de jubilados y el sindicalismo apalancado en su monopolio del empleo blindado, a la espera de que su gran esperanza blanca, que es Antonio Gutiérrez, pueda tomar el relevo del liderazgo político), sino a la izquierda social.La ciudadanía, la opinión pública, hasta la prensa misma, somos mayoritariamente de izquierdas. Y llevamos años frustrados por no poder levantar la voz con dignidad: de ahí que algunos hayan podido añorar aquellos buenos viejos tiempos, cuando contra Franco se luchaba mejor. Pues bien: contra Aznar sí se vivirá mejor. Todos necesitamos recuperar emocionalmente el derecho de atacar al poder con propiedad. Mucho más en el caso de los intelectuales, o en el de la prensa, cuya función es controlar al poder. Este mismo periódico en el que escribo, ¿acaso no recobraría todo el crédito que hoy le niegan tantas voces mezquinas y resentidas? ¿Acaso no ganaría más contra Aznar?

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Sin embargo, pese a todo, la segunda transición no debe empezar todavía, hasta tanto no se hayan cerrado cuentas. Recordemos que la primera transición consensuó un pacto de silencio, o de autoamnesia colectiva, por el que se amnistiaron todos los delitos del franquismo. Pues bien, ahora no debemos repetir el mismo pacto de silencio con la corrupción actual (Filesa, Naseiro, casinos, etcétera); nada de tabla rasa, borrón y cuenta nueva o ley de punto final, pues toda autoamnesia abortaría de raíz la segunda transición. Pero, claro, si la alternancia ocurre ahora, antes de saldar cuentas con la corrupción, los principales sospechosos exigirán de los posfranquistas la misma clase de amnistía que obtuvieron los franquistas durante la primera transición. Por tanto, antes de que se produzca la alternancia es preciso que los mismos socialistas salden sus propias cuentas: y eso sólo González puede exigírselo, pues los posfranquistas no están legitimados para ello.

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