"En Madrid, si vas con hábito, te miran mal"
Dentro de una abadía, cualquier día es el más largo. Amanece a las seis a toque de maitines y, aunque discurre en calma, no todo el tiempo es de silencio. Especialmente cuando el padre Laurentino ensaya con 50 chavales de 10 escasos años, que afinan sus cuerdas vocales para entonar el canto gregoriano en la escolanía del Valle de los Caídos. Tiene 62 años y es monje benedictino desde los 10. Como experto, no le pasma el éxito de los monjes de Silos, pero muchos serán presas del asombro al saber que, allá por 1909, una discográfica alemana fichó al padre Germán, director de la Schola de Música Sagrada de Valladolid, y años después, en el 54, los. kyrials, mariales, santos, vísperas, credos, glorias y concretas, cantados por los monjes de Silos, eran vinilos incunables para coleccionistas, casas religiosas y algún aficionado. Al padre Laurentino no le escandaliza que un conjunto pop, Enigma, utilice el gregoriano. No se mesa los hábitos porque los monjes de Silos conozcan un hit parade. Sabe que los adolescentes consumen sones sacros de forma compulsiva, que el Papa de Roma implora un disco compacto y que algunas iglesias de Madrid optan por el método karaoke para que nadie se pierda cantando Como brotes de olivo.Pregunta. ¿Hasta dónde vamos a llegar?
Respuesta. Pues dicen que el karaoke ayuda a concentrarse más que un misal. También, un párroco ha instalado una línea telefónica de ayuda a los fieles. No me parece una frivolidad que la religión utilice los avances técnicos.
P. A quien madruga, ¿Dios le ayuda?
R. No hay refrán más verdadero.
P. Y. ¿qué hay de los poderes terapéuticos del canto gregoriano?
R. Mucho. Conozco a un musicoterapeuta que lo utiliza en sus sesiones, igual que la música mozárabe, la bizantina y la clásica tranquila. Se escucha en as consultas de dentistas y é que muchos porteros de Madrid se relajan oyendo gregonano.
P. Ustedes, sin embargo, ya tienen suficiente calma con la vida el monasterio.
R. Vista desde afuera, sta vida paree muy tranquila, pero ordenar los ensayos de 50 chavales no es tan fácil. Son estupenuos y traviesus. mi y al cabo, niños. Los seleccionamos visitando colegios públicos de la Comunidad de Madrid.
P. Siendo tan jóvenes será muy complicado conseguir que se queden quietos para enseñarles a cantar.
R. ¡Qué va! El primer año les cuesta un podo, pero pueden leer en clave de do y de fa. Es más cuestión de buen oído que de voz.
P. ¿Usted cree que los monjes de Silos son los mejores?
R. Maravillosos, pero mis favoritos están en la abadía francesa de Soresmes. Aquí cantamos cada día en misa de once, y el pasado Viernes Santo vinieron más de 3.000 personas.
P. ¿Actúan ustedes en Madrid?
R. Sí, hace poco, en el funeral por monseñor Álvarez del Portillo, en la catedral de la Almudena. Son las únicas visitas que hago a Madrid, donde voy cada semana como coordinador musical litúrgico del Episcopado español. Pero, francamente, Madrid no me gusta nada. Para ir a la ciudad siempre me quito el hábito.
P. ¿Le faltan al respeto?
R. En el metro, es terrible, notas que te mira todo el mundo. Sé que algunas religiosas han sido incluso insultadas.
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