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Nueva propuesta de límites para el santuario de ballenas

Todos buscan el consenso. Una nueva propuesta de santuario antártico por parte de Chile, Suecia, Suiza y México, ha provocado que la negociación en el Comité Técnico de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) que se reune en Puerto Vallarta (México), pase de las posturas intransigentes a una situación en la que todos parecen dispuesto a ceder para evitar el fracaso de unas discusiones envueltas en el más riguroso secreto.

La propuesta presentada por los cuatro países citados se halla a medio camino entre la idea de santuario que Francia, apoyada por otros nueve países, quería imponer (por debajo del paralelo 40 sur) y la propuesta de Japón, que (por debajo del paralelo 60).

Chilenos, suecos, suizos y el estado anfitrión, México, lanzaron la tercera vía: un santuario que cubriría un espacio alrededor de la Antártida, pero que no sería circumpolar, ya que en algunos puntos alcanzaría el paralelo 45 y en otro sólo llegaría hasta el 60, siempre latitud sur. Este espacio de protección ya se estableció en el tratado antártico que se firmó la pasada década, pero ahora podría agregarse la CBI.

Esta tercera propuesta hace que las posiciones negociadoras de los estados más comprometidos de la CBI no sean tajantes. Laurent Stefanini, jefe de la delegación francesa, dijo que están negociando un espacio más reducido y que su postura está lejos de ser intransigente. Algo similar a lo afirmado el martes por el jefe de la delegación española, Rafael Conde.

Las propuestas del Comité Técnico, que necesitan únicamente mayoría simple para ser aprobadas, pasarán a la sesión plenaria de la CBI, hoy y mañana, donde necesitarán el 75% de los votos favorables para ser de obligado cumplimiento.

Tráfico ilegal en Japón

Por otra parte, se suceden las denuncias de los grupos ecologistas sobre el tráfico ilegal de carne de ballena por parte de compañías japonesas. Un informe encargado por el Instituto para el Bienestar de los Animales reveló la existencia del contrabando de carne de cetáceos en los puertos japoneses desde 1988 a 1993, periodo en el que se mantenía vigente la moratoria sobre la caza de ballenas, con la excepción de una cuota concedida a Japón para la pesca "con fines científicos". La cantidad total de las operaciones clandestinas descubiertas alcanzó las 321 toneladas.El jefe de la delegación japonesa, Kauzo Shima, dijo que tales operaciones habían sido detectadas, especialmente la carga de un barco de Taiwan que intentó, sin éxito el contrabando de 220 toneladas. Shima aseguró que el Gobierno japonés no hace la vista gorda ante este comercio ilegal. Shima defendió a ultranza de la postura japonesa favorable a la caza de ballenas minke, cuya población es "lo suficientemente numerosa para permitir la reanudación de las capturas".

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