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El voto liberal convierte al democristiano Herzog en primer presidente elegido de la Alemania unida

El catedrático de Derecho Roman Herzog, democristiano de 60 años, presidente del Tribunal Federal Constitucional, fue elegido ayer en el histórico edificio del Reichstag, en Berlín, nuevo presidente en la primera elección de ese género en la Alemania unida. Herzog consiguió 696 votos, y su contrincante, el socialdemócrata Johannes Rau (SPD), de 63 años, presidente del Estado federado de Renania del Norte-Westfalia, alcanzó los 605 votos. La elección definitiva se convirtióen un mano a mano entre Herzog y Rau tras la retirada de la candidata liberal (FDP), Hildergad Hamm-Brücher, en la tercera vuelta. Los liberales del FDP decidieron dar sus votos al candidato de su aliado de coalición en el Gobierno federal.

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La votación obtenida por Herzog da un respiro a la coalición de centro-derecha que gobierna en Bonn y se produce cuando se registra una mejoría en las encuestas de opinión del canciller Helmut Kohl, quien, sin duda, ahora tratará de capitalizar el resultado de la elección presidencial de ayer.No obstante, la cifra de votos alcanzada por Herzog pone de manifiesto que, en el mejor de los casos, sólo consiguió reunir un 75% de los votos liberales (FDP), y el 25% restante optó por Rau (SPD). En los pasillos del Reiclistag no se daba importancia a este d ato. Un secretario de Estado comentaba: "El FDP puede vivir con esa división. Se trata de algo habitual".

Al concluir la votación, el recién electo presidente, que jurará el cargo el 1 de julio en el mismo Reiclistag de Berlín, tomó durante algo más de 10 minutos la palabra. En un momento se le quebró la voz y a Herzog le silió un sollozo al recordar que les un milagro, es un milagro lo que vivimos!", en referencia al hecho de estar reunidos en el Reiclistag.en una Alemania unida.

Presidente de todos

Recordó el nuevo presidente que él residía en Berlín el año 1969, cuando se celebró la anterior elección presidencial en la vieja capital alemana, y en aquella ocasión las autoridades de la República Democrática Alemana cortaron las conexiones por tierra entre Berlín y la RFA. Herzog superó la emoción con una broma: "Me esforzaré por desempeñar el cargo de tal forma, que al final [algunos] van a lamentar no haberme votado".

Declaró Herzog que trabajará para ser el presidente de todos los alemanes, aunque señaló que el futuro será difícil y no previsible como hace décadas, aunque "nosotros, los alemanes, y los europeos tendremos fuerza" para dominar la situación.

Se refirió Herzog a los alemanes de la República Federal de Alemania y a los de la antigua República Democrática Alemana. Los primeros, dijo, tendrán que hacer muchos sacrificios por la reunificación, "ésa es la compensación de una injusticia de la historia mundial", que se concretó en la frontera del Elba.

Para Herzog, los que no sufrieron esa injustucia histórica tienen la obligación de repararla. A los ciudadanos de la antigua RDA les pidió Herzog "que comprendan que no son una carga, sino una ganancia". Se refirió Herzog al papel que le corresponde a Alemania en mundo como un país amante de la paz, productivo y abierto. Con una cierta ironía, Herzog se refirió a Alemania como un país que no ha sabido actuar de forma relajada y preconizó una Alemania que represente su papel en el mundo "sin llevar los dientes apretados". Al final Herzog concluyó con una nueva referencia a Berlín, repitió que había sido ciudadano de la ciudad y dijo: "¡Gracias, Berlín!; ya estoy de nuevo aquí".

"Escarnio y burla"

La presidenta del Bundestag, Rita Süssmuth (CDU), introdujo bastantes de estos elementos en su discurso de apertura de la Asamblea Federal. Süssmuth dijo que los enemigos de la República de Weimar habían querido que el Reiclistag nunca más fuese la casa de la democracia, "se burlaron de todo lo parlamentario hasta hacer burla, escarnio y aniquilarlo, y exactamente en este lugar, nosotros, los parlamentarios de la federación y los Estados federados con ciudadanos salidos del pueblo, procedemos a esta elección".

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