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Cómo reclutar

Los métodos de las sectas, tanto las positivas como las destructivas, suelen ser muy similares: seminarios terapéuticos, sesiones de sanación, reuniones de meditación, cuestionarios de personalidad, invitación a conferencias sobre temas esotéricos, visitas domiciliarias, campus universitarios, ofertas para resolver problemas de alcoholismo o drogadicción...Una vez que alguien se interesa por ellas se pone en juego toda una serie de mecanismos de captación. Lo describe muy bien la joven

Sandra Santarelli, citada por Pedro Rodríguez en su libro El poder de las sectas: "Primero te crean problemas con tu familia. Después te dicen: 'Aquí te acogemos. ¿Para qué los quieres a ellos? Ellos no te comprenden, nosotros sí. Nosotros te ofrecemos la salvación, la amistad, todo'. Y una vez que ha caído en las redes se le empieza a aislar del mundo, a controlarle la correspondencia, a suprimirle todo tipo de información que no sea la de la secta. Todo lo bueno está dentro y todo lo malo fuera. Y si intentas escapar comienzan las amenazas, los castigos corporales y en casos extremos hasta la aniquilación física".

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¿Por qué gustan a los jovenes?

Éste suele ser el esquema clásico de las llamadas sectas destructivas. Pero sería injusto no añadir que muchas de estas cosas que se achacan a ciertas sectas se podrían hallar, por lo menos hasta no hace mucho, por ejemplo, en algunos de los llamados "seminarios menores" donde entraban internos niños de 12 años. Son bien conocidas las técnicas usadas para que no se salieran y la iniciación a las penitencias corporales, al control de las cartas de la familia, a la prohibición de leer los periódicos o de encontrarse a solas con un familiar femenino, etcétera. Sin contar los abusos de carácter sexual. Conocí a un religioso profesor en uno de esos seminarios menores que obligaba a pasar cada semana a los alumnos de su clase, después de la ducha, desnudos, a su habitación. Les hacía tumbarse en la cama y les frotaba el cuerpo con alcohol afirmando que así "se vigorizaba también el espíritu".

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