40.000 cadáveres de ruandeses flotan en la orilla ugandesa del lago Victoria

La conquista por parte de los rebeldes tutsis del Frente Patriótico Ruandés (FPR) del estratégico aeropuerto internacional de Kigali y el cuartel de Kanombé parece haber facilitado el primer alto el fuego entre los beligerantes. El FPR y el Ejército de Ruanda acordaron ayer una tregua de dos días. Las matanzas desencadenadas en Ruanda tras la muerte, el pasado 6 de abril, del presidente Juvenal Habyarimana, han saturado de cadáveres el lago Victoria: en. la costa ugandesa del lago flotan cerca de 40.000 cuerpos mutilados.

Los guerrilleros tutsis se hicieron ayer con el control del aeropuerto después de varias horas de combates con artillería pesada y morteros. La conquista del aeropuerto de Kigali y del cercano cuartel de Kanombe, último bastión de las fuerzas gubernamentales en la capital, según confirmaron fuentes-de la misión de la ONU en el pequeño país centroafricano, otorga a la guerrilla tutsi el control de más de la mitad del atormentado país centroafricano. Según algunas organizaciones humanitarias, cerca de 500.000 personas han muerto en Ruanda en las últimas seis semanas, aunque otras fuentes dan cifras más bajas. Varios centenares de miles han huido a los países limítrofes.La ocupación del cuartel de Kanombe permite a los rebeldes eliminar el último gran obstáculo para hacerse con el control de Kigali. Desde el cuartel y el aeropuerto, los guerrilleros del FPR pueden hostigar el centro de la capital ruandesa. Un oficial del FPR aseguró que el próximo objetivo era la conquista total de Kigali y el resto del país.

Las victorias del FPR parecen haber propiciado la firma de la primera tregua. Los rebeldes accedieron ayer a la petición de las Naciones Unidas de establecer un alto el fuego con las fuerzas gubernamentales y permitir así la llegada al país de un enviado especial de la ONU, prevista para hoy. lqbal Riza, miembro del departamento de operaciones de paz de la ONU, debe discutir con los beligerantes la puesta en marcha de un nuevo mandato de las fuerzas de la ONU en Ruanda. La ONU acordó el miércoles pasado enviar gradualmente a Ruanda 5.500 cascos azules, en su mayoría procedentes de países africanos, para tratar de detener los combates.

El jefe del Estado Mayor del Ejército ruandés , el general Augustin Bizimungu, admitió que sus tropas habían evacuado el aeropuerto y los barracones de Kanombe, pero a petición de la ONU.

El general Bizimungu rechazó ayer de plano que sus tropas hubieran sido derrotadas. "Hemos perdido una batalla aquí, y ganado otras batallas en otras partes. Pero no es cierto que hayamos sido derrotados".

La catástrofe humanitaria en que se ha sumido el país tras la muerte de Habyarimana sigue aportando cifras abrumadoras. El presidente ugandés, Museveni, aseguro ayer que cerca de 40.000 cadáveres de hombres, mujeres y niños ruandeses, muchos de ellos mutilados con machetes, han derivado desde el río Kagera, en Ruanda, hasta la orilla ugandesa del lago Victoria. Uganda declaró "área de desastre" la zona afectada. Tras la muerte de Habyarimana, cuyo avión fue derribado el 6 de abril al aproximarse al aeropuerto de Kigali, estalló una matanza de civiles tutsis, a los que la guardia presidencial responsabilizó de la muerte de Habyarinama.