Sistema de ternas y fuentes de financiación

La designación del nuevo presidente de la Cruz Roja Española la ha de ratificar el Consejo de Ministros. La elección, sin embargo, tiene algunos aspectos que se asemejan a una cierta democracia interna e independiente del poder político.Los estatutos de 1988 marcaron el sistema, consistente en la elección de ternas. El próximo martes, el comité nacional de la Cruz Roja, reunido en sesión extraordinaria, presentará una terna de candidatos. De entre ellos, el Gobierno elegirá. Pero el comité nacional no lo componen sólo miembros de la institución; uno de cada tres es un representante del Gobierno. El comité reunido el martes estará formado por 22 miembros de la organización -presidente, vicepresidentes y presidentes autonómicos, además del secretario general- y 10 altos cargos de diversos ministerios, entre los que cabe destacar el subsecretario de Asuntos Sociales, Santiago de Torres, o el secretario general técnico del Ministerio del Interior, Miguel Ángel Montañés Pardo.

El peso gubernamental es tal que, preguntado sobre la terna, uno de los vocales del comité respondió: "Aún no hay nombres, porque creo que el Gobierno no se ha pronunciado todavía".

Credibilidad

El sistema es similar en los niveles inferiores, lo que dota a la institución de una estructura totalmente vertical, centralista y presidencialista. Cada presidente autonómico es elegido por el presidente nacional de Cruz Roja sobre la terna que le propone el correspondiente comité -con vocales internos, de la Administración central y, en menor proporción, de la autonómica-.La fundación de la Cruz Roja Internacional hablaba de neutralidad e independencia y se comprometía a asistir a los heridos de cualquier bando. Los estatutos españoles de 1988 hablan de "institución humanitaria de carácter voluntario y de interés público, que desarrolla su actividad bajo la protección del Estado español". Tal protección es, y ha sido siempre, fundamental para sus finanzas.

Cinco son las fuentes fundamentales de ingresos de la Cruz Roja, de las cuales sólo dos son totalmente independientes del Estado. Se trata de las aportaciones de los socios (1.246 millones en 1993) y de los donativos privados (658 millones).

Los otros ingresos son las loterías y sorteos mediante concesión oficial (5.003 millones en 1993), las subvenciones (8.358 millones; 2.505 de ellos provienen de Asuntos Sociales con cargo al 0,5% del IRPF) y los préstamos de servicios (18.123 millones), que corresponden fundamentalmente a servicios sanitarios al Insalud, comunidades autónomas y ayuntamientos.