Tres técnicos rusos y ocho militares argelinos mueren en un ataque integrista al este de Argel
Tres ciudadanos rusos y ocho militares argellinos resultaron muertos el pasado miércoles como consecuencia de un ataque perpetrado por un comando integrista contra un autobús en el que viajaba, custodiados por las fuerzas de seguridad, un grupo de 25 cooperantes civiles rusos. La información, que fue anunciada ayer desde Moscú por el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, fue confirmada oficialmente por las autoridades argelinas. El ataque se produjo en las cercanías de la localidad de Ziam, situada a las afueras de la ciudad de Jijel, a unos 350 kilómetros al este de Argel, en medio de una región considerada conflictiva e infestada por comandos integristas armados, que controlan la zona.
En esta zona se han venido registrando en los últimos meses importantes enfrentamientos entre los fundamentalistas y las fuerzas de seguridad. La región montañosa se halla situada cerca de la frontera con Túnez y cercana a la costa.Los cooperantes rusos, que viajaban en el convoy, trabajaban todos ellos en la provincia de Jijel, en las obras de una empresa hidroeléctrica que se construye gracias a la cooperación de la antigua Unión Soviética y que permanece constantemente custodiada por las fuerzas del Ejército. Estos trabajadores formaban parte de un equipo de reemplazo, llegado recientemente de Rusia y debían incorporarse a sus puestos de trabajo y vivir en el campamento de Jijel.
En un punto aún indeterminado de su trayecto fueron asaltados por el comando integrista, según se desprende de la versión dada por las autoridades rusas en Moscú. El convoy estaba formado por tres autobuses, el primero y el último ocupados por una veintena de soldados del Ejército argelino. El ataque de los integristas se dirigió principalmente al primer autobús: mataron al chófer y a siete militares. El tercer autobús, que intentaba eludir el ataque, cayó al mar por un precipicio.
Uno de los militares heridos tomó una ametralladora pesada y defendió a los ciudadanos rusos provocando la huida de los atacantes, según se asegura en círculos diplomáticos de Argel. Según la versión de las autoridades de Moscú "la mayor parte de los terroristas resultaron muertos durante el ataque". Con estas tres muertes se eleva ya a ocho el número de ciudadanos rusos asesinados en Argelia desde que el pasado mes de septiembre el movimiento radical integrista Grupo Islámico Armado (GIA) iniciara una ofensiva contra los extranjeros residentes en esta república magrebí.
Estas agresiones se han saldado ya con 37 muertos, entre los que se encuentran 10 franceses y un español. El primer ataque contra los ciudadanos rusos se registró en Laguat, en las viviendas situadas en los alrededores de la Academia Militar del Ejército del Aire, donde fueron asesinados el pasado 16 de octubre dos coroneles rusos que trabajaban en la base como instructores. Un mes y medio más tarde, en un mercado popular de Argel, murió de un balazo en la cabeza una ciudadana rusa casada con un argelino y que desde hacía más de 20 años residía. en el país.
Contabilidad macabra
El pasado mes de febrero, un mecánico ruso fue asesinado en la misma zona de Jijel donde se han registrado los hechos. Esta contabilidad macabra culminó el pasado mes de marzo, cuando en los alrededores de Argel fue asesinado un chófer de la Embajada rusa, tras haber sido previamente citado por un conocido.
Pero además de estos ataques oficiales, reconocidos y confirmados por las autoridades argelinas, se asegura en medios diplomáticos que un representante de la Embajada rusa en Argel logró hace pocas semanas eludir un secuestro y eventual asesinato, cuando salía de una joyería localizada en la avenida de Diduch Murad, en el centro de la capital. El diplomático fue conminado por dos individuos a la salida del establecimiento, para que se dirigiera a una callejuela cercana, a lo que se negó golpeando a sus secuestradores y amenazándoles con su pistola. El diplomático ruso, días antes, fue alertado en un mercado para que abandonara inmediatamente el lugar ya que se preparaba una acción armada contra él. Como consecuencia de estos incidentes la colonia rusa en Argelia, compuesta el pasado septiembre por unas 3.000 personas, se ha reducido en prácticamente un tercio, mientras sigue la presencia de unos 200 militares del antiguo Ejército soviético que colaboran con el argelino, dentro de los programas de solidaridad y cooperación.
Ante la multiplicidad de estos ataques las autoridades de Moscú exigieron ayer a las argelinas "una investigación" sobre los hechos y que se adopten al mismo tiempo medidas suplementarias para asegurar la vida de sus ciudadanos, según aseguró el responsable del departamento de África del Norte y Próximo Oriente del Ministerio de Asuntos Exteriores Ruso, en una conferencia de prensa celebrada ayer en Moscú.
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