Edgar Morin: "Si los políticos olvidan la ética, peligra la democracia"

El pensador francés Edgar Morin, colaborador habitual de EL PAÍS, que hoy recibe de manos del Rey el VI Premio Intemacional Catalunya en Barcelona, se manifestó ayer preocupado por el futuro de Europa y por los peligros que corre la democracia, acuciada por la crisis económica y por todo tipo de dislocaciones. En conferencia de prensa celebrada en el Instituto de Estudios Mediterráneos, organismo dependiente de la Generalitat que concede el Premio Catalunya, Morin reflexionó también sobre la extensión del fenómeno de la corrupción en España y en Europa."En todos los regímenes hay corrupción", manifestó Morin en un castellano de resonancias sefardíes debido a sus raíces familiares, "pero en las dictaduras se ve menos porque se silencia a la prensa. De todos modos, hay distintos grados de corrupción, y lo preocupante es cuando hay indicios de una generalización del fenómeno. Llegados a este momento, significa que se ha perdido el sentido ético de la política y se evoluciona hacia una situación en la que todo se puede comprar o vender". 'La opinión pública europea pide a los políticos que actúen con ética", continuó, "y si lo olvidan peligrará la democracia".

Al enfocar en concreto el caso de España, Morin consideró: 'Las raíces democráticas de España no me parecen frágiles", y añadió: "Es cierto que hay problemas, pero no veo ninguna fuerza política que represente la regresión de la democracia, que busque un nuevo caudillo".

Crisis económica

Morin proclamó su fe en una futura unión europea, aunque matizó que la regresión económica y las dislocaciones surgidas en algunos países, como en la antigua Yugoslavia, alimentaban su pesimismo. "Veo una política esclerótica en todos los países", dijo. "El comunismo está descompuesto, la socialdemocracia, agotada, y la derecha, esclerótica".

El autor de Pensar Europa considera que a partir de 1989, con la caída del muro de Berlín, se inició un proceso de asociación en Europa, pero que en 1993 se abre una época de disgregación. Estoy seguro", dijo, "de que en los próximos años habrá una lucha importante entre estas dos tendencias".

"El proceso de construcción europea es largo", añadió, "y pienso que la Europa que debe mos buscar no debe ser una su pernación del tipo Estado centralista. Debe construirse Euro pa por arriba y por abajo, dando más autonomía a las regiones y nacionalidades, incluso a las ciudades, pero otorgando más poder de decisión a las instituciones europeas. El valor de la diversidad es fundamental". Al otear el futuro, Morin reflexionó: "Cuando pienso en el pasado, veo que antes de los años treinta los nazis eran sólo un pequeño partido, como ahora Le Pen. Lo que les abrió las puertas al poder fue una crisis económica gigante y una frustración nacional. Ahora hay una recesión, aunque no tan importante".