Las cartas de Brunete

Durante décadas hemos gozado en la localidad en, la que resido de un inmejorable funcionamiento en la oficina de Correos, que, de un modo prácticamente familiar, hacía llegar todas y cada una de las cartas a todos los hogares del municipio y urbanizaciones cercanas.Y digo familiar porque, y aunque un único sueldo era recibido, trabajaban en dicha oficina seis personas (hijos, esposo, abuelos...).

Recientemente, y tras unas mal afortunadas oposiciones en las que se anularon varios exámenes, incluido el de la funcionaria de mi municipio, debido a un malentendido, nos hemos visto obligados a prescindir de tan eficiente personal, que va a ser sustituido por dos personas a las que no quisiera tachar de incompetentes, aunque sí desconocedoras de las gentes, calles y apellidos, así como del trato que han venido recibiendo las personas de esta localidad.

De momento, y durante tan sólo 22 días, podremos seguir disponiendo de nuestra habitual funcionaria, aunque, finalizado el plazo, tan sólo dispondremos de dos funcionarios, que desconocen absolutamente los entresijos de tan complicado empleo.

No desearía que mi carta se tachase de favoritista, pretendo ser, dentro de mi gran indignación ante tan grande injusticia, lo más objetiva posible. Creo que como usuarios de dicho servicio deberíamos poder elegir o exigir al menos un funcionario residente en la localidad, que gozase de experiencia en el tema y que ofreciese un servicio, si no mejor, al menos tan eficiente como ha venido siendo hasta ahora.

Puede que no obtengamos absolutamente nada, ya que el pueblo, en esta tan pintoresca democracia a la que asistimos, no tiene, por lo visto, ni voz ni voto, pero al menos quisiera desde aquí instar a mis vecinos a exigir la readmisión de tan competente funcionaria, así como agradecerle a ella y a su familia tanto.esfuerzo durante tanto tiempo.-