El concejal Cantos 'combate' de noche a los inmigrantes para evitar reproches

El concejal de Chamartín, Miguel Cantos, del Partido Popular, ha emprendido una cruzada para acabar con el chabolismo en los alrededores de la oficina de inmigración y asilo de la calle de Pradillo. Según el edil, "hay numerosos menesterosos que duermen entre los matorrales de un solar próximo, que están convirtiendo el terreno en un foco de marginados". Cantos actúa de noche para evitar que los vecinos reprochen su conducta.

El presidente del distrito, junto a los agentes de la Policía Municipal y varios funcionarios, se encarga de recorrer sus dominios políticos y recoger los colchones, sillones y restos de comida que dejan los mendigos e inmigrantes.Estas tareas especiales, que su compañero Ángel Matanzo ya puso en práctica durante su mandato en el distrito Centro, las lleva a cabo el edil Cantos durante las madrugada, porque asegura que si acude de día los vecinos le recriminan su actitud: "Hay gente piadosa que me podría decir que no lo hiciera", explica.

Miguel Cantos afirma que dedica varios días de la semana a visitar y asear el solar ocupado y que en la última ocasión ha limpiado rastrojos en ese terreno para que no se puedan esconder entre los arbustos mendigos e inmigrantes que habitualmente pernoctan en este área. "Y lo voy a seguir haciendo", apostilla, "porque no voy a consentir que haya nidos de mendicidad en mi distrito".

Los comerciantes y vecinos de este barrio de Chamartín apoyan la iniciativa del concejal. Según Esteban Fernández, presidente de la asociación de comerciantes, los alrededores de la oficina de la calle de Pradillo estaban llenos de inmigrantes y se habían convertido en un problema. "La labor de la junta hay que aplaudirla. Si no lo hubiera hecho el concejal, alguno de nosotros estaba dispuesto a hacerlo", dice.

Mateo García, un jubilado de 67 años, también respalda la estrategia de Miguel Cantos, presidente de su distrito: "A mí esta gente no me da pena porque está ensuciando el barrio", asegura. Sin embargo, para el grupo municipal de Izquierda Unida, las actuaciones del concejal pueden ser interpretadas de forma negativa. "Su actitud puede fomentar la xenofobia", según explicó la portavoz de IU en Chamartín, Gloria Cabana.

"Hay mucho racista"

Una trabajadora de una empresa situada próxima al solar concluye: "Veo a los inmigrantes todos los días y no me han hecho ningún daño. Lo que ocurre es que en este barrio hay mucho racista".En el solar donde ha actuado el concejal Cantos está prevista la ampliación del polideportivo Pradillo, que no se ha llevado a cabo porque la junta está pendiente del visto bueno de la Comunidad. Cantos asegura que su intervención ha eliminado las colas de la oficina de inmigración de la calle de Pradillo. "Ahora, el único problema que veo es el de los mendigos e inmigrantes que pasan las noches en el solar", concluye.