La muerte de John Smith retrasa la campaña de las europeas en el Reino Unido

El duelo por la muerte el jueves del líder del Partido Laborista británico, John Smith, ha provocado el aplazamiento de la campaña previa a las elecciones europeas previstas para el 9 de junio próximo. Laboristas, conservadores y liberal-demócratas decidieron rendir un último tributo a Smith con esta medida, que pospone hasta la semana próxima, una vez se celebre en Edimburgo el funeral por John Smith, una campaña que se prevé caliente.

Lo que parece claro ya es que los laboristas afrontarán esta nueva cita ante las urnas con un líder provisional, la jefa del grupo parlamentario, Margaret Beckett, ya que, según anuncié ayer el presidente del partido, David Blunkett, la sustitución de Smith no se producirá hasta finales de julio.Blunkett apeló a los futuros contendientes para que luchen por la victoria del partido y no por afianzar sus propias posiciones. "Un triunfo electoral sería el mejor regalo para el líder fallecido", dijo. Sin embargo, la sucesión de Smith se prevé difícil, no sólo por lo codiciado del cargo, especialmente ahora, cuando por primera vez en quince años los laboristas acarician un posible triunfo en las futuras elecciones generales, sino también por la personalidad de los contendientes.

Tony Blair, ministro del Interior laborista en la sombra, aparece como el principal valor dentro del partido. Tiene fotogenia y es un excelente orador. Sin embargo, su perfil tiene algunas grietas: con 41 años es demasiado joven para liderar el partido. El canciller en la sombra, Gordon Brown, segundo clasificado en esta lista sucesoria, presenta más pegas. No es mucho mayor que Blair -43 años-, pero tiene una imagen más dura y despierta más suspicacias.

Otro de los posibles líderes, John Prescott ha llegado a la edad de la madurez -tiene 55 años-, pero su línea izquierdista y dura parece desfasada en estos momentos.