364 pisos para veinteañeros a menos de 27.000 al mes

El coloso del sur, un bloque de viviendas sociales de 15 plantas, será el epicentro de la república joven en Vallecas. El Gobierno regional ha construido un edificio en el cerro de San José del Olivar, en el barrio de Palomeras, y un centenar de casas bajas. Todas estas viviendas se alquilarán a menores de 30 años. Los veinteañeros serán también los dueños de los servicios (lavandería, comedor o guardería) y de los negocios de la zona.

Los pisos, de protección oficial en régimen especial, los ha construido la Comunidad de Madrid, cuyo Gobierno ha decidido alquilarlos a cooperativas integradas por jóvenes menores de 30 años con ingresos inferiores a 2,5 veces el salario mínimo (por tanto, 151.425 pesetas), criterio corregido con diversas fórmulas según las circunstancias de cada familia. Las cooperativas a las que se adjudique la miniciudad se encargarán de gestionar las viviendas: de recaudar los alquileres y del mantenimiento del inmueble (cuya edificación costó 2.800 millones).La misión de los inquilinos será también hacer barrio. Regentarán un comedor social, una guardería, una sala de juegos, un club social, un bar y una lavandería, habilitados en los edificios. Y podrán montar pequeños negocios en los 2.300 metros cuadrados de locales comerciales. Entre sus proyectos está también aplicar una recogida selectiva de basuras. Y crear un huerto urbano para los críos de la zona.

Un bloque y casas bajas

La barriada está formada por el gran bloque de 18 plantas, donde se agrupan 256 pisos, y 108 viviendas de dos plantas formando hilera. La mayor parte de los pisos tienen superficies de 45 a 65 metros cuadrados y disponen de uno o dos dormitorios. Sólo hay 56 viviendas de tres dormitorios, con 80 metros cuadrados.

Los alquileres variarán desde 15.000 pesetas mensuales por los apartamentos de un dormitorio, 22.000 pesetas por los de dos dormitorios y 27.000 pesetas los de tres. Cuentan con un aparcamiento de 235 plazas y una biblioteca pública junto a la barriada.

La Comunidad no ha decidido aún cuál o cuáles de las cinco cooperativas que se registraron al hilo de este proyecto y otros del Plan de Vivienda Juvenil será la adjudicataria final. Tres de ellas, dos vinculadas al movimiento vecinal de Palomeras -Cojuvipál y Joven Sur- y otra al de Arganzuela, tienen la mayor parte de los boletos. De las otras dos, una está vinculada al grupo empresarial Larcovi y otra es la que desarrolla un proyecto de autoconstrucción de viviendas en Aranjuez. Las tres principales candidatas tienen ya una lista de espera superior al número de pisos que podrían concederles en este barrio. Ahora la Comunidad debe convocar un concurso de adjudicación entre todas.

Los miembros de las dos cooperativas de Palomeras -las más vinculadas al proyecto por su proximidad geográfica y por sus características- han vivido presos de la zozobra desde que en enero la Comunidad cambió las normas de adjudicación de pisos sociales.

Temían que, después de años de trabajo, reuniones y asambleas para hacer realidad lo soñado, el bloque prometido se destinase a todo tipo de demandantes de vivienda pública y no a las cooperativas de jóvenes. En julio de 1992, en la inauguración oficial de las obras, el presidente Joaquín Leguina prometió que esta promoción de viviendas sería la primera piedra de las cooperativas juveniles. Por fin, el miércoles 4 de mayo se zanjaron las dudas.

El Gobierno regional se comprometió a que el edificio se destine a cooperativas juveniles, salvo el 5% que en todas las promociones se dedica a situaciones de urgente necesidad. Ahora, instituciones y jóvenes, deben perfilar. la forma jurídica de cesión a las cooperativas. Quedan dos meses de trabajo. Las obras terminan en julio y el edificio estará habitado en el otoño.