Escándalo en el Ministerio del Interior y ruso por la aparición de arsenales privados

La Fiscalía de Moscú ha incoado procesos penales contra varios funcionarios del Ministerio del Interior de Rusia, incluido uno de sus altos dirigentes, en el marco de un confuso escándalo de aparición de arsenales privados. Aunque la magnitud del asunto es difícil de calibrar, la prensa rusa ha comenzado a considerar el caso como el golpe más fuerte sufrido por el Ministerio del Interior desde la campaña política contra la corrupción que el dirigente soviético Yuri Andropov llevó a cabo a principios de los ochenta, apoyándose en el Comité de Seguridad del Estado (KGB).El asunto, tal como era descrito ayer por el diario gubernamental Izvestia, comenzó con el arresto de un padrino mafioso que ejercía la extorsión usando unas credenciales falsas de oficial de la. policía. A resultas de una serie de arrestos domiciliarios ordenados en un marco de gran secreto han sido procesados por tenencia indebida de arsenales privados ocho funcionarios, entre ellos el vicejefe de la Brigada de Investigación Criminal de Rusia, el general Igor Shílov.

Este dirigente, con 36 años de servicios en el Ministerio del Interior, ha considerado las acusaciones que pesan contra él como una provocación de la mafia. Según Izvestia, un asunto importante de corrupción en las filas policiales puede provocar una desmembración del Ministerio del Interior, siguiendo el modelo aplicado al KGB, que ha sido fragmentado en estructuras independientes entre sí.

El Servicio Federal de la Contrainteligencia (SFC), el principal heredero del KGB, y el Ministerio del Interior han hecho pública una declaración conjunta desmintiendo los rumores sobre una vuelta a la tradicional rivalidad entre las dos instituciones policiales. Además de los detenidos en el caso anterior, dos funcionarios del Ministerio del Interior de la región de Moscú y un abogado han sido acusados de corrupción y soborno a resultas de una operación del SFC.

Tras el asesinato del diputado Andréi Aisderdezis el pasado abril, la Duma Estatal (la Cámara baja del Parlamento) exigió el cese del ministro del Interior, Víctor Yerin. El presidente de Rusia, Borís Yeltsin, se ha opuesto a esta dimisión, aunque el ministro ha sido muy criticado por el aumento de la criminalidad.

Ayer, en el periódico Rossiskaia Gazeta, Yerin declaró que el número de asesinatos por encargo en Rusia ha pasado de 100 a 250 desde 1992 a 1993. En el primer trimestre de este año se han registrado 7.581 asesinatos en el país.