El hijo del último jefe de Gobierno republicano reclama una reparación por el despojo franquista
El neurocirujano Juan Negrín Mijailovich, hijo de Juan Negrín López, último jefe de Gobierno de la II República española, reclama al Ejecutivo socialista el cumplimiento de un pacto realizado en 1976 con el presidente centrista Adolfo Suárez para reparar el despojo realizado por el franquismo de los bienes de su familia. El importe simbólico de 100 millones de pesetasfue dictaminado favorablemente por el Consejo de Estado en 1989, si bien en 1992 se pidió la actualización de esa cifra. "Pero el Gobierno no ha cumplido el pacto" explica el doctor Negrín.
Negrín, que durante largos años ha mantenido una gran discreción sobre su reclamación histórica, ha informado a este periódico, que, entre otras acciones internacionales que proyecta, está completando un expediente "para pedir amparo anteel Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estras burgo". Y añadió: "Al verme obligado a dar ese paso, reclamaré una indemnización por el valor actual de lo usurpado, en lugar de la transacción a la que el Gobierno no hace honor". Preguntada sobre la razón de que el Gobierno no haya aprobado el real decreto informado favorablemente por el Consejo de Estado hace cinco años, la todavía subsecretaria de Justicia, Margarita Robles, manifestó: "Estaba preparado para aprobación del Consejo, de Ministros, pero el hijo de Negrín dijo entonces que que ría más dinero. Recientemente se recibió una carta suya di ciendo que quería Ilegal: a un acuerdo". "Yo también quiero que lleguemos a un acuerdo", aseguré, por su parte a este pe riódico Juan Alberto Belloch, ministro de Justicia e Interior.
Fuentes del Consejo de Estado confirmaron que el 6 de abril de 1989 el pleno de esta institución, máximo órgano consultivo del Gobierno, presidido entonces por Tomás de la Quadra-Salcedo, estudió el ex pediente iniciado el 10 de mayo de 1976 y remitió al Consejo de Ministros un informe en el que se dictaminaba que "puede aprobarse" la transacción pactada en 1976 por la familia Negrín con el entonces presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, que fijaba en 100 millones de pesetas la reparación por el despojo franquista de sus bienes. Pero no fue aprobado.
100 millones actualizables
Negrín reclamó insistentemente el cumplimiento del acuerdo. El 15 de junio de 1992, el hijo del fallecido gobernante republicano y el anciano ex senador socialista José Prat García firmaron ante notario la ratifica cion del pacto inicial, con la previsión de actualización de la cantidad de 100 millones de pe setas inicialmente acordada, y la hicieron llegar al Gobierno.
Ante el incumplimiento del pacto, el doctor Negrín -residente habitual en Nueva York y actualmente en París-, de claró a EL PAÍS: "Me parece sorprendente y una muestra más de que los que esperábamos un cambio hemos sido de fraudados. Se ha producido un cambio, pero con moneda falsa. El Gobierno no hizo lo que prometió para reparar el des pojo que tuvo como origen la invasión-sublevación en España de fuerzas ilegales".
El doctor Negrín recuerda que su padre, catedrático de Fisiología, fue llamado desde la universidad a tareas de gobierno en la España republicana y en plena guerra fue sucesivamente ministro de Hacienda, Defensa y último jefe del Gobierno de la República en territorio nacional y más tarde del Gobierno en- el exilio durante la segunda guerra mundial. Falleció en 1956 en París. Relata también que su abuelo, Juan Negrín Cabrera, "fue encarcelado por el crimen del parentesco". Murió en 1941.
El régimen franquista impuso al ex jefe de gobierno Negrín una importante multa en aplicación de la ley de Responsabilidades Políticas e intervino el patrimonio familiar. Negrín hijo escribió al almirante Luis Carrero Blanco, con el que se entrevistó poco antes de que fuera asesinado por ETA el 20 de diciembre de 1973. Tras muchas gestiones, logró que se transfiriera a sus representantes la administración de los bienes familiares.
Pero junto a otras irregularidades, Negrín observó algunas omisiones, sobre todo en los bienes de la familia en Las Palmas. "Pude comprobar", relata, "que faltaban más de tres millones de metros cuadrados de terrenos, en los que se han construido numerosos edificios y centros comerciales". Negrín reclamó con arreglo a la ley y, hace ya 12 años, alcanzó un acuerdo con Suárez.
Expolio a un primer ministro
La reclamación de Juan Negrín Mijailovich tiene mucho de reivindicación de la memoria de su padre, al que probablemente la dictadura franquista no le perdonó que fuera primer ministro. de la República, pero acaso mucho menos que gobernara viniendo del mundo de la cultura y sin ansias profesionales de poder ni de mando.El escritor Manuel Vázquez Montalbán relataba en 1984 la imagen de Negrín que le transmitieron sus mayores, como uno de los mitos positivos de la guerra civil: "Desde la memoria popular, ante todo Negrín tenía un doctor delante. De Negrín impresionaba su fortaleza de espíritu y su cultura. Que un doctor dominador de cinco o seis lenguas asumiera la papeleta de dirigir la resistencia de un pueblo conmovía a las masas, dispuestas a dejarse impresionar por los poseedores de la cultura. Había algo de prometeico en la actitud de Negrín, robándole el fuego o el saber a los dioses para dárselo a aquella España desgarrada y desescolarizada
Negrín hijo, recuerda que "el fisiólogo Juan Negrín participó eventualmente en la vida política con el propósito de contribuir más eficazmente a mejorar el ambiente universitario y cultural de su patria y llevarlo al nivel de los países más adelantados". La dedicación posterior de Negrín a la política la entiende su hijo como la respuesta a "un sentido del deber cívico y del sacrificio".
De ahí que, se exprese con amargura e indignación contra los actuales gobernantes democráticos españoles, de quienes afirma que, "aunque tienen la obligación moral y legal de llevar a cabo las restituciones y compensaciones debidas, gracias a su incompetencia, indiferencia y negligencia", dice, "no hacen más que contribuir a la mayor extorsión de este siglo".
Juan Negrín hijo expresa su "ferviente deseo de que fracasen en esa empresa" y anuncia, tajante: "Haré cuanto pueda porque así sea
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