La Agencia Tributaria estudia revisar todos los registros de los antiguos agentes de cambio y bolsa

Hacienda y los fiscales de Madrid especializados en delitos económicos creen que han descubierto una nueva vía de lucha contra una parte del elevado fraude fiscal existente: analizar los libros de los antiguos agentes de cambio y bolsa en los que se registran toda las operaciones de compra venta de valores bursátiles y cruzarlos con las declaraciones de la renta de sus clientes. Los fiscales de Madrid han pedido al juez que éste requiera la documentación de los agentes de Madrid. Hacienda estudia hacer lo mismo.

En el texto de la querella presentada por los fiscales de Madrid, Luis Jordana de Pozas y Josefa Checa, contra Mariano Rubio y Manuel de la Concha se solicita que el juez "requiera al presidente de la sociedad rectora de la Bolsa de Madrid para que entregue las 63 cintas halladas en la sede de dicha entidad y que constituyen el soporte magnético de los libros de los antiguos agentes de cambio y bolsa de Madrid".

Petición de los fiscales

El objetivo que se encuentra detrás de esta petición parece obvio: iniciar investigaciones selectivas para tratar de encontrar bolsas de fraude fiscal por ocultación de patrimonios y rendimientos en 1988 y 1989.La Agencia Tributaria se plantea lo mismo. Lo descubierto hasta ahora en el llamado caso Rubio "no solo tiene importancia por su volumen concreto, o por las personas que han intervenido, sino sobre todo porque muestra una fórmula de actuación en los mercados financieros que puede haber sido utilizada por otras personas", señalan en medios de la Administración. "Las cuentas secretas, la utilización de sociedades instrumentales que no declaraban las plusvalías era una práctica relativamente común en aquellos años", se acepta en medios financieros que, señalan como punto de inflexión para esta práctica la reforma del mercado de valores de 1.989.

Hacienda debe darse una cierta prisa si quiere finalmente aprovechar esta oportunidad. El plazo de prescripción del posible fraude fiscal de 1988, último completo en el que actuaron los agentes de cambio y bolsa, termina el próximo mes de noviembre. Normalmente los años a efectos fiscales prescriben en junio, cuando se presenta la liquidación del impuesto sobre la renta; pero en 1988 el plazo de presentación se prolongó hasta noviembre por la sentencia del Constitucional que permitía la declaración separada de los matrimonios.

"El descubrimiento de las prácticas irregulares en el despacho de Manuel de la Concha acabará teniendo un efecto positivo sobre la conciencia fiscal de la sociedad", señalan en Hacienda "porque se entenderá que el fraude acaba siendo descubierto".