Los aplausos a Plácido Domingo abren el Festival de Viena

Plácido Domingo y Agnes Baltsa cantaron, bailaron un vals vienés e hicieron corear sus melodías a 20.000 personas la noche del viernes en un espectacular escenario al aire libre en la histórica Ringstrasse durante la inauguración del Festival de Viena. Los aplausos frenéticos a Domingo, por un público mayoritariamente joven congregado en la plaza del Ayuntamiento, probablemente hicieron olvidar al tenor la amarga noche del lunes, cuando fue protestado por un grupo de la galería en la ópera, después de dirigir a la Orquesta Filarmónica de Viena en Los puritanos, de V. Bellini.

En el Festival de Viena, que se ha convertido en uno de los más grandes de Europa, 10.000 artistas de todo el mundo se presentan durante 50 días con un programa variado y vanguardista, que va desde conciertos dirigidos por el director de orquesta Pierre Boulez hasta un grupo de teatro político surafricano.La noche inaugural, más conservadora que el resto del programa del festival, fue retransmitida en directo por la televisión estatal austríaca y se inició con La fiesta del príncipe Orlofsky, del segundo acto de la opereta Fledermaus, de Johann Strauss. La música para los valses en el palacio de Orlofski, un caprichoso príncipe ruso desencantado y aburrido de su existencia, fue interpretada por la Orquesta de la Opera Popular de Viena.

Plácido Domingo dijo recientemente en una entrevista publicada en el semanario austríaco News que las protestas en la ópera de Viena fueron "una reacción injusta". El tenor, que quiere retirarse en diez años de los escenarios para dedicarse exclusivamente a la dirección orquestal, aseguró que la Orquesta Filarmónica- de Viena y él se habían "preparado muchísimo para esta noche y la función resultó muy buena". "Los que protestaron", advirtió Domingo, "no son parte del público normal, se trata de pequeños grupos que tienen algo contra mi y que pretendían destruir el buen ambiente de esta noche".

Según fuentes del mundo de la ópera de Viena, la noche del estreno de la obra de Bellini la Orquesta Filarmónica de Viena estaba constituida mayoritariamente por suplentes, jubilados o estudiantes, ya que los músicos titulares volvían ese día de una gira.