La lentitud en el recuento de votos retrasa el traspaso de poderes en Suráfrica

El increible retraso en el recuento de votos obligó ayer a posponer hasta el próximo lunes la constitución del nuevo Parlamento, previsto en principio para el viernes, en el que Nelson Mandela, presidente electo, debe ser proclamado nuevo jefe del Estado surafricano. Mientras tanto, Mandela y Frederick W. De Klerk, presidente saliente, empezaron ayer a negociar a fondo la composición del futuro Gobierno de unidad nacional, encargado, según Mandela, de curar las heridas del pasado y construir una mejor Suráfrica para todos. El líder del Congreso Nacional Africano (ANC) quisiera encabezar un Ejecutivo con la más amplia base posible, aunque no es seguro que lo vaya a conseguir.

El misterio del recuento de los votos emitidos entre los pasados martes y viernes sigue sin resolverse. Anoche se seguía careciendo de datos fiables sobre las zonas de PWV (en torno a Johanesburgo y Pretoria), Ciudad del Cabo y Kuazulu-Natal, algo así como si en España se siguieran sin conocer los resultados de Madrid, Barcelona y el País Vasco. La Comisión Electoral Independiente, encargada de todo el proceso de votación, no quiso salir al paso de informaciones que aseguraban que el escrutinio había ya concluido, y tampoco quiso comentar sobre las razones de este espectacular retraso.El futuro Gobierno tendrá 27 carteras y ayer Mandela y De Klerk estaban negociando el reparto entre sus respectivos grupos, el ANC y el Partido Nacional. La Constitución provisional establece que todo partido con más del 5% del voto popular tiene derecho a estar presente en el Gabinete, aunque Mandela señaló en su discurso de la victoria en la noche del lunes que contaría con el apoyo de partidos que no habían superado ese umbral, en particular los que están a la izquierda del ANC y que no habían llegado a ese límite o incluso habían preferido no participar en el proceso electoral.

El jefe zulú Mangosuthu Buthelezi se mostró ayer dispuesto a cooperar con ese Gabinete, pero el afrikáner Constand Viljoen cree que defenderá mejor los intereses de su pueblo desde fuera. Buthelezi, además, ha llegado a advertir sobre los peligros de una amplia victoria del ANC.

En una emotiva intervención acogida con desbordante entusiasmo por los presentes, el futuro presidente de Suráfrica habló de la necesidad de ponerse a trabajar inmediatamente por una Suráfrica mejor y de su voluntad de acoger en el Ejecutivo a todos los que estén dispuestos a participar en esa tarea. Mandela identificó personalmente a varios de los líderes políticos que le habían felicitado por su victoria sin aludir a Buthelezi, jefe del Partido de la Libertad Inkatha (IFP). No obstante, Buthelezi no quiso especular sobre si tendrá un puesto en el Gabinete y advirtió que la amplia victoria del ANC tiene un enorme potencial de conflictom dado que dará gran poder al partido de Mandela.

Sistema federalista

Buthelezi aboga por un sistema fuertemente federalista para así mantener el control sobre la rica provincia de Kuazulu-Natal, donde su IFP seguía conservando ayer una cómoda ventaja sobre el ANC. Otros que también sueñan con un Estado federal son los afrikáners que han votado al Frente de la Libertad de Viljoen, cuyo principal objetivo es conseguir un volkstaat (Estado propio) para los blancos que no están dispuestos a aceptar el dominio de la mayoría negra. Viljoen agradeció la mano que le tendiera el día anterior Mandela pero manifestó que dudaba mucho que fuera a entrar en el Gobierno de unidad nacional.El lentísimo escrutinio no permite saber con precisión el apoyo que ha logrado el Frente de la Libertad, pero las extrapolaciones de los resultados que habían trascendido ayer hacían pensar que Viljoen iba a superar con dificultad el límite mínimo de lo que habían considerado como bueno, unos 600.000 de los 1,8 millones de potenciales electores afrikáners. Viljoen había dicho que con un millón de votos, el Gobierno podría dejar de lado la cuestión del volkstaat.

Mandela mantiene que jamás existirán tal volkstaat, pero está dispuesto a acomodar los planteamientos de los afrikáners en la futura Constitución definitiva que ha de elaborar el Parlamento elegido la pasada semana.