Espías del Cesid policías y guardias civiles, tras el rastro del fugitivo
El ministro del Interior, Antoni Asunción, ha formado tres equipos diferentes para la búsqueda y captura de Luis Roldán: uno lo forman guardias civiles; otro, funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía, y el tercero, agentes del Cesid, el espionaje militar. Cada uno de ellos trabaja por separado y rinde cuentas al propio Asunción que, como es costumbre en él, no delega en ninguna otra persona.El ministro se encontraba ayer en su despacho de Castellana 5 siguiendo la marcha de las investigaciones. Asunción compareció ante la prensa el viernes para comunicar que había presentado su dimisión al presidente del Gobierno, Felipe González.
El director de la Guardia Civil, Ferran Cardenal, y el de la Policía, Carlos Conde-Duque, han formado sendos gabinetes de crisis, integrado cada uno de ellos por unas 100 personas. Las brigadas movilizadas son las de Policía Judicial, Información, Interior y Exterior. "No queremos hacer despliegues masivos, que no sirven para nada, sino contar con expertos en análisis y en alta investigación", dijo un alto cargo de Interior.
Los agentes que intervienen en la investigación han tejido una tupida red de vigilancia y control sobre todas aquellas personas que pudieran tener algún contacto con el ex director general de la Guardia Civil, según indican fuentes policiales. Estos medios mantienen una impenetrable reserva sobre las pistas que se están siguiendo.
Pasaportes falsos
Los investigadores han alertado también a otras policías europeas para que controlen los puertos y aeropuertos, pese a la dificultad que ello entraña. Existe la fundada creencia de que Roldán lleva consigo varios pasaportes expedidos bajo identidad falsa y, además, porque durante los siete años en que fue jefe de la Guardia Civil hizo importantes contactos en el extranjero.
El rastro de Roldán se pierde en Portugal, país al que presuntamente cruzó desde España sin tropezar con la más mínima dificultad, según apuntan las fuentes informantes. La policía investigaba ayer tres pistas "interesantes". La convicción general es que está en el extranjero, aunque faltan por "agotar algunos rastros antes de descartar que no sigue dentro de España".
Las fuentes informantes confirman que el ex director general de la Guardia Civil ha realizado varias llamadas telefónicas a algunas personas vinculadas al Ministerio del Interior, a las que ha reiterado que no tiene la menor intención de entregarse para acabar en prisión.
Paralelamente, Luis Roldán ha amenazado con empezar a divulgar a través de la prensa parte de los trapos sucios de los que tuvo conocimiento durante los más de siete años en que fue máximo responsable de la Guardia Civil.
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