Fidel Castro recibe a los 225 exiliados que participaron en el diálogo cubano y lanza un mensaje de reconciliación

El presidente cubano, Fidel Castro,. recibió el domingo por la noche (madrugada del lunes en España), en el Palacio de la Revolución, al grupo de 225 exiliados de tendencia moderada que participaron en la conferencia La nación y la emigración, que se celebró en La Habana el pasado fin de semana. Castro, que no asistió a ninguno de los debates, invitó a todos los participantes en la conferencia a una recepción que sirvió para "bendecir" el diálogo con el exilio y lanzar un mensaje de reconciliación."El encuentro con Fidel Castro representa una convalidación al proceso de diálogo abierto esta semana entre el régimen y la comunidad de Miami", declaró el exiliado y antiguo amigo de Castro, Max Lesnic, fundador de Cambio Cubano, partido que desde Estados Unidos aboga por una transición de la isla hacia la economía de mercado, pero también por el fin del bloqueo y el diálogo con La Habana.

Fuentes de la cancillería cubana coincidieron con Lesnic en que la reunión del Comandante con los exiliados significaba "un aval" al proceso de diálogo y un mensaje de reconciliación. "La conferencia ha sido muy diversa, y se han expresado opiniones críticas, pero se ha hablado con respeto y sobre la base de un interés común, que es la patria, su independencia y soberanía, y conservar las conquistas sociales logradas hasta ahora", dijo un alto funcionario. Agregó que la recepción en el Palacio de la Revolución fue posible gracias al clima de respeto y entendimiento.

Patricia Gutiérrez Menoyo, hija del ex preso anticastrista Eloy Gutiérrez Menoyo, asistió junto a Max Lesnic al cóctel ofrecido por el líder comunista.Fidel Castro vestido de verde oliva, con la barba cana y unas mejillas sonrosadas que desmentían todos los rumores que corrieron la semana pasada sobre su estado de salud, saludó personalmente los 225 exiliados que viajaron a La Habana para discutir temas migratorios y asuntos políticos y económicos con las autoridades cubanas.

"Acabo de hablar con un muerto", dijo socarronamente Lázaro Fariñas aludiendo al rumor de que el presidente cubano se hallaba gravemente enfermo e ingresado en un hospital de la capital cubana. Farifias, quien durante la década de los sesenta fue miembro de una organización militar que luchó contra la revolución, aseguró que dichos rumores son absolutamente falsos. "Es imposible que una persona que está grave esté una hora de pie saludando a más de 200 personas", afirmó.

Según algunos de los asistentes, la recepción -que estuvo totalmente cerrada a la prensa- se desarrolló en un ambiente "relajado", y Castro, de 67 años, se mostró "bromista y dicharachero". "Habló de temas sociales, pero no de política ni de asuntos serios sobre el futuro de la comunidad cubana", dijo al salir uno de los exillados.

La conferencia La nación y la emigración concluyó con algunas medidas concretas de tipo migratorio, como permitir a la mayoría de los exiliados que hayan salido legalmente de Cuba que puedan retornar cuando lo deseen, y con el acuerdo de realizar más reuniones de este tipo con el objetivo de normalizar las relaciones del exilio con Cuba.

El presidente cubano todavía no ha aparecido en televisión ni ha sido fotografiado tras los rumores de la semana pasada sobre su estado de salud. Se espera, sin embargo, que su reaparición sea inminente, ya que Castro debe atender en los próximos días al presidente de Zambia, que llegó ayer a La Habana en visita oficial.