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Los diablos de los ríos españoles

La Papelera del Ángel, ya cerrada, todo un récord histórico de sanciones por vertidos contaminantes al Ebro

El Consejo de Ministros volvió a sancionar, a comienzos de abril y por enésima vez, al diablo de la contaminación que desde los años setenta ha recibido multas sistemáticamente por sus vertidos al río Ebro. El diablo se llama la Papelera del Ángel, situada en Gallur (a 60 kilómetros de Zaragoza). Se llamaba, porque la papelera cerró hace ya más de un año; pero ha pasado a la historia como una de las industrias más contaminantes, ejemplo de un progreso nada compatible con el medio ambiente. Ejemplo también de los vericuetos de la Administración, que ralentizan sobremanera los procesos de sanción.

Desde las primeras multas de 7.000/8.000 pesetas hasta los 24 millones impuestos en enero de 1993 y en abril de 1994, ha pasado mucho tiempo, pero sobre todo ha cambiado la legislación que al amparo de la Ley de Aguas de 1985 permite reprimir con contundencia estas agresiones.

La rapidez administrativa, sin embargo, no ha seguido a la misma velocidad con la que las aguas pasan estos días frente a la vieja factoría. La multa, por su amplia cuantía, se ha entretenido en los meandros de la Administración y ha llegado cuando la empresa ya está cerrada. Los responsables de la Confederación Hidrográfica del Ebro no son pesimistas, sin embargo, sobre el cobro de esta sanción. Hasta ahora, las 12 veces en que la papelera ha sido multada, las cantidades impuestas han sido satisfechas sin retrasos.

Francisco Gil, director general de Calidad de las Aguas, no está nada satisfecho de cómo funcionan los cobros de los cánones por vertidos y las sanciones. "Ya existe un borrador de proyecto de ley para simplificar los trámites y aumentar la eficacia", señala. El objetivo es que los dos años que se puede demorar ahora un expediente sancionador se acorten a sólo seis meses.

Otro de los ogros contaminantes pulula en Ciudad Real. La empresa Frimancha Industrias Cárnicas ha sido sancionada por el Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente en el último año con multas e indemnizaciones que superan los 25 millones de pesetas por vertidos al arroyo La Vegilla, en Valdepeñas, informa Isabel Salvador.

Fuentes de la empresa aseguran, sin embargo, que ya han puesto solución a lo que iba mal; y que en el último año y medio este matadero, que también se dedica a la fabricación de embutidos, ha adecuado sus sistemas de producción a las normas que marca la ley.

La Dirección General de Calidad de las Aguas tiene sus espinas clavadas; empresas reincidentes en verter residuos a los ríos, que parecen no escarmentar o no encontrar los medios para atajar las multas. Entre las industrias que acumulan más expedientes sancionadores abiertos en los últimos años figuran: Agromán, por vertidos en Valencia. Ensidesa, por vertidos en Asturias. Cubiertas y MZOV, con ocho expedientes abiertos en Soria, Zaragoza, Teruel y Castellón. Sarrió Papel y Celulosa S. A. La Montañesa, por vertidos al Gállego y al Ebro, en Aragón.

Entre los sectores industriales más castigados destacan las granjas, los mataderos municipales, las papeleras y las alcoholeras. Dos ejemplos más: Papelera de San Agustín, en San Agustín de Guadalix (Madrid) y Alcoholeras Reunidas S. A., en Argamasilla de Alba (Ciudad Real).

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