Perry estudia en Corea del Sur cómo responder si hay un ataque del Norte
El secretario norteamericano de Defensa, William Perry, se entrevistó ayer con los generales estadounidenses destacados en Corea del Sur para examinar la capacidad de respuesta ante un ataque sorpresa de Corea del Norte. Perry anunció que en noviembre próximo se realizarán unas nuevas maniobras militares conjuntas coreano-norteamericanas, pero mostró su disposición a suspenderlas si Pyong-yang accede a que sean investigados sus bases nucleares por funcionarios de la Agencia Internacional para la Energía Atómica (AlEA).Perry desayunó con el general en jefe de los 37.000 efectivos de EE UU en Corea del Sur, Gary Luck, quién, en contacto con los mandos de los 650.000 soldados surcoreanos, debe hacer frente al Ejército norcoreano, que tiene 1,1 millones de tropas.
Anualmente EE UU celebra en Corea del Sur unas maniobras masivas en las que participan alrededor de 326.000 soldados de ambos países. A principios de este año, estas maniobras, que responden al nombre de Team Spirit (Espíritu de Equipo), fueron suspendidas como parte de los esfuerzos por lograr que Corea del Norte permitiese a la AlEA investigar sus centrales nucleares, especialmente la de Yongbyon, sospechosa de dedicarse a la fabricación de la bomba atómica.
"La puerta permanece abierta al diálogo con Corea del Norte para resolver el problema nuclear. Al mismo tiempo, debemos permanecer preparados contra cualquier error de cálculo de Pyongyang", declaró Perry, tras mantener una larga entrevista con su homólogo surcoreano, Rhee Byoung Tae.
El jefe del Pentágono indicó que no cree que exista un peligro inmediato de confrontación en la península coreana y se mostró partidario de reanudar el diálogo interrumpido el mes pasado entre los dos países.
Mientras Perry conversaba con Rhee unos 200 estudiantes se manifestaban contra la presencia militar norteamericana en Corea y trataban de escalar -algunos lo consiguieron y fueron inmediatamente detenidos- los muros del Ministerio de Defensa.
