Carlos Solchaga reconoce que Ios casos de corrupción han sido ya demasiados"

Carlos Solchaga, portavoz del grupo socialista, resumió al filo de las once de la noche de ayer la primera sesión del debate como "una segunda reedición de la investidura con prácticamente los mismos apoyos". Solchaga, al qué la Cámara escuchó con notable atención, se atrevió a pronosticar que "no ha de faltarle al Gobierno ni el apoyo de los electores ni de su partido ni de otros grupos" y eso, "por mucho tiempo". El portavoz socialista afirmó que "no todos los políticos son corruptos%", aunque reconoció que "los casos de corrupción han sido ya demasiados".

El portavoz socialista aseguró que nacionalistas catalanes y socialistas "han dado un ejemplo para garantizar la estabilidad". Solchaga no olvidó la situación de minoría en que se encuentra el PSOE y agradeció la ayuda que han prestado "ocasionalmente otras fuerzas políticas".Inició su intervención con un largo análisis de la situación económica, empezando por una declaración rotunda: "Difíciles los tiempos que corren". Para Solchaga, la recesión que vive España es "la más dura en el último medio siglo". Cargó las tintas sobre la profundidad de la crisis, asegurando que nunca una crisis se había cebado como ahora en la destrucción de empleo.

Sin embargo, concluyó este apartado apoyándose, como González, en la opinión de "la mayor parte de los expertos", a los que puso como testigos de que "el tratamiento que se ha dado a la crisis está dando resultados". Además, hizo una reflexión moral que contenía una crítica a la oposición: "No tiene sentido instalar a un país en la desesperanza cuando empieza a verse la luz al final del túnel. No reconocerlo es una lástima y, quizá, una torpeza".

"La espada de Damocles"

Al iniciar su intervención, Solchaga resumió la dificultad de los tiempos no sólo en la crisis económica, sino en "la espada de Damocles", bajo la que se había iniciado la sesión parlamentaria: "Los últimos escándalos en materia de corrupción, que han pesado en el sentimiento de todos".

Para el portavoz socialista, "no todos los políticos son corruptos", y en muchos países del entorno se viven episodios semejantes a los que aquí se denuncian. "Pero esto no nos satisface", apostilló, porque, en su opinión, "los casos de corrupción han sido ya demasiados".

A partir de ahí, desgranó en tono muy genérico el paquete de medidas que hoy propondrá el Grupo Socialista, y que resumió en aumentar los grados de vigilancia interna en la Administración, agilizar los procedimientos judiciales, agilizar el método de las comisiones de investigación parlamentarias y depurar responsabilidades políticas.

En este punto, Solchaga hizo una especie de paréntesis para reflexionar sobre las dificultades que ofrece llevar a cabo la lucha contra la corrupción", y advirtió del peligro de traspasar algunos "topes legales", para asegurar a renglón seguido que esas barreras legislativas "no deben dar la impresión de que nos escudamos en dificultades legales". Además, se mostró convencido de que hay que evitar "que detrás de cada español surja un juez moral de la obra de cualquiera". La advertencia pareció un claro llamamiento para impedir la multiplicación indiscriminada de acusaciones y sospechas.