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Una investigación de 'Der Spiegel' implica a la Stasi en el atentado de Lockerbie

Los servicios secretos de la desaparecida República Democrática Alemana, la temida Stasi, estuvieron tal vez implicados en el atentado contra el jumbo de la compañía Pan Am cuando volaba sobre la localidad escocesa de Lockerbie, que causó la muerte de 270 personas el 21 de diciembre de 1988. Esto se desprende de un trabajo de investigación que publica hoy el semanario alemán Der Spiegel. Estados Unidos acusa a dos libios de haber cometido el atentado y considera al presidente de Libia, Muamniar el Gaddafi, como instigador.La historia parece arrancada de las mejores novelas de espionaje de los tiempos de la guerra fría. Tres redactores del semanario de Hamburgo siguieron la pista alemana en varios países. El resultado ha sido un reportaje lleno de signos de interrogación pero con algunos nombres propios. "Lockerbie y la pista alemana conducen en medio del mundo extravagante de los servicios secretos, para los que engañar y enmascarar constituyen un elixir vital", escribe Der Spiegel. La pista alemana conduce hasta un vendedor de artilugios electrónicos de Zurich, Edwin Bollier, de 56 años, quien trabajaba para los servicios secretos de RDA, la famosa Stasi, bajo el nombre falso de Rubin. Según el reportaje, Rubin puede haber sido el proveedor del detonador de tiempo que hizo volar en pedazo el jumbo de Pan Am.

En el atentado murieron todos los pasajeros y 19 habitantes del pueblo de Lockerbie sobre el que cayeron los restos del aparato. Los interrogatorios de un ex agente de Stasi por los servicios de contraespionaje de Alemania corifirman que los servicios de la RDA eran clientes de Bollier. Der Spiegel describe a éste como un mercenario que se vendía al mejor postor: "Servidor de muchos señores, que no se sentía obligado a ningún país ni convicción política, sino únicamente a sí mismo. Los negocios con el Este le prometían la gran pela, sobre todo en tiempos de la guerra fría".

El semanario apunta la sospecha de que Bollier pudiera haber sido también un agente doble que trabajaba para los servicios de Estados Unidos, la CIA. Para Der Spiegel "en el extravagante mundo artificioso de los agentes y desinformadores tales complicaciones forman parte de los riesgos que corre cualquiera que hace un encargo. Nadie se fila de nadie. Todos espían a todos y los traidores compran a traidores, que traicionan a los traidores".

La Stasi sospechó de Bollier e incluso temía que su hombre en Suiza vendiese también sus productos a otros grupos terroristas como la ETA, el IRA o la RAS alemana (Fracción del Ejército Rojo). Der Spiegel consultó con los antiguos servicios secretos soviéticos, el KGB. Leonid Chebarchin, ex jefe del espionaje exterior del KGB, se asombra de que Washington nunca pidiera su cooperación.

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