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Aznar responsabilizará a González, pero excluye la moción de censura

José María Aznar está decidido a exigir a Felipe González responsabilidades políticas por los casos de corrupción durante el debate sobre el estado de la nación, pero descarta en principio iniciativas concretas como una moción de censura. El presidente del PP mantuvo ayer una reunión en Madrid con otros dirigentes de su partido para ultimar la estrategia ante el debate de mañana. Según uno de los participantes, la conclusión es que ni la corrupción ni la crisis se solucionarán mientras siga González. A su vez, el jefe del Gobierno intentará recuperar la credibilidad perdida por los socialistas a causa de la sucesión de escándalos.

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Los populares no presentarán la censura porque están convencidos de que ninguno de los demás grupos la va a secundar y podría llegarse a la paradoja de que, al final, González y Aznar se quedaran con sus propios votos, pero el primero con más. La moción de confianza tampoco aparece en el horizonte, según los dirigentes populares, porque el presidente ni va a querer repetir el desgaste de un nuevo debate, tras el de esta semana, ni va a forzar a los nacionalistas de CiU a renovarle formalmente su apoyo en una situación difícil.Es González quien debe dar explicaciones y tomar iniciativas, si aún es capaz", señaló ayer un dirigente del PP. "Ya no se trata de su responsabilidad en la corrupción y la crisis, que la tiene y mucho, sino de que simboliza políticamente a ojos de los españoles ambos problemas".

El debate de mañana se ha convertido ya implícitamente en esa moción de confianza en el Gobierno, deteriorada por su incapacidad para afrontar la corrupción. El líder de IU, Julio Anguita, se mantendrá en una posición crítica similar a la de Aznar, mientras los nacionalistas catalanes de CiU garantizan su apoyo al Ejecutivo.

González se empleará a fondo para tratar de convencer a los ciudadanos de la voluntad de su Gobierno de acabar con la corrupción, con una actitud más enérgica que en el pasado. Y lo ilustrará con medidas nuevas de endurecimiento de la legislación. El presidente podrá también utilizar como muestra de esta nueva actitud la contundente denuncia empleada el pasado viernes por el portavoz socialista de la Comisión de Economía del Congreso, Juan Pedro Hernández Moltó, frente al ex gobernador del Banco de España. La actuación de Hernández Moltó estaba encuadrada en una estrategia gubernamental destinada a aliviar la presión sobre González en el debate.

Este portavoz del PSOE reiteró ayer que "las responsabilidades se circunscriben al ciudadano Mariano Rubio" y expresó su confianza en que el escándalo no dañe el prestigio del Banco de España.

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El presidente del Gobierno también dejará clara su voluntad de no abandonar el cargo hasta zanjar el reto de la corrupción y encauzar la salida de la crisis económica. Los escándalos de las últimas semanas han eclipsado totalmente los planes iniciales del Ejecutivo de hacer de este debate el del anuncio de la salida de la crisis con los primeros índices de detención del paro.

Julio Anguita, coordinador general de IU, se encerró ayer en su casa para escribir su discurso en el debate. Anguita, según personas próximas a él, no se centrará en los casos concretos de corrupción -aunque su intervención en este sentido será muy dura-, sino en detallar cuál ha sido la crisis que ha dado lugar a esta situación. Para Anguita, la responsabilidad fundamental de González no está sólo en la corrupción, sino en una política económica que ha dado pie a la tasa de paro más alta de los países de la UE. El líder de IU no pedirá una moción de censura, pero tampoco dejará que Aznar se quede con todas las cartas de la crítica frontal al Ejecutivo. "Un 25% del discurso será probablemente de crítica dura, pero lo demás van a ser propuestas constructivas", indica un miembro de la dirección de IU.

Anguita recalcará que ahora más que nunca son necesarias las tres reformas que IU viene pidiendo desde hace meses -la reforma del Estado, la de la política y la de la política económica- y defenderá que sus propuestas vienen legitimadas por la Constitución.

En cuanto a los nacionalistas catalanes, el Gobierno seguirá contando, al menos de momento, con su apoyo. El presidente catalán, Jordi Pujol, ya dijo el viernes que "no sería oportuno" retirar el apoyo a González.

El PSOE de Burgos pide disculpas

El PSOE de Burgos considera que a los socialistas les ha faltado previsión y presteza en la detección y denuncia de los casos de corrupción que han salpicado a altos cargos de la Administración, según una declaración hecha pública ayer.En la misma declaración, el PSOE burgalés pide disculpas a la sociedad por el daño moral que los casos de corrupción están causando al ciudadano, en general, y a los políticos en particular. Se compromete a nivel provincial, aunque solicita que se obre de igual forma a escala nacional, a emplear una política activa en las causas abiertas por corrupción, "procedan del partido que procedan".

Para los socialistas burgaleses, la corrupción no debe ser utilizada como arma arrojadiza ni ser considerada un producto del sistema democrático.

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