La central de Zorita debe revisar todo el circuito en contacto con el reactor

La central nuclear de Zorita deberá ampliar su revisión a todo el circuito primario, que incluye la vasija del reactor, buena parte del generador de vapor, el presionador y la bomba de refrigeración del agua. Así lo exige el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), según confirmó ayer a Efe su presidente, Donato Fuejo. Hasta ahora, los técnicos sólo han inspeccionado las penetraciones de la tapa de la vasija del reactor, donde hallaron más de 170 grietas.

Esta importante ampliación de la revisión retrasa todos los planes de Unión Fenosa, propietaria de la central, que tenía previsto presentar a finales de abril su programa de arreglos y que contaba con poder volver a abrir la central en verano. En un comunicado del martes de la semana pasada, Unión Fenosa daba por terminadas las inspecciones. La decisión del CSN va más allá de lo que había pedido la Asociación Ecologista de Defensa de la Naturaleza (Aedenat), que consideraba necesaria la revisión de los tubos de la parte inferior de la vasija (alojamientos de instrumentación). El presidente del CSN, en declaraciones a Efe, se mostró crítico con las notas hechas públicas por esta compañía eléctrica y estimó "imprudente" hablar de reabrir la central cuando "todavía hay tantos interrogantes". Fuejo indicó también que el CSN tiene previsto elevar la calificación (nivel 1 de la escala internacional de sucesos nucleares; hay siete niveles) que en su día dieron a la anomalía registrada en Zorita. El nivel 1 -el más bajo de todos- define una anomalía por fallo operacional o funcional; el 2 es ya un incidente, que, aunque no afecta al -sistema de seguridad, sí obliga a una reevaluación de éste.

Retrasos

Un portavoz del CSN aclaró ayer que, aunque se ha solicitado esa ampliación de la inspección, aún no se han especificado las características técnicas de cómo ha de llevarse a cabo. "Lo que sí está claro", añadió, "es que esto supone alargar mucho el calendario de revisiones". Y explicó que el CSN ha tomado esta decisión para tener seguro en qué medida todo el corazón de la central está o no afectado por las mismas anomalías que las penetraciones de la tapa de la vasija. Según Fuejo, si se confirma que la causa que favoreció la degradación de los materiales fue un incidente químico ocurrido en los años 1980 y 1981, también podría estar afectado el resto de los componentes del circuito primario (circuito situado dentro de la contención de hormigón del reactor, y que constituye el recorrido del agua que atraviesa el núcleo, donde se encuentra el combustible nuclear). La central José Cabrera, situada en Almonacid de Zorita (Guadalajara), la más pequeña y antigua de las nueve que existen en España, se encuentra en parada de seguridad desde el pasado mes de enero. Entonces, durante la operación de recarga de combustible, se vio que los tubos que penetran la vasija del reactor por arriba presentaban graves fallos.